Washington, 22 jun (EFE).- La Administración de Alimentos y Fármacos estadounidense (FDA, en inglés) anunció este miércoles que está investigando la denuncia de la muerte de otro bebé que había consumido leche de fórmula de la farmacéutica Abbott.
La FDA, el ente regulador de medicinas y alimentos en EE.UU., dijo en un comunicado que la investigación está en las fases preliminares y que ofrecerá más información en cuanto la tenga.
Según explicó la agencia, el bebé murió en enero de este año tras haber consumido leche de Abbott y se hizo llegar una queja a la FDA hace unas dos semanas, el 10 de junio.
La FDA ya había informado con anterioridad de la infección que habían sufrido cuatro menores tras consumir leche en polvo de la planta de Abott en Sturgis (Michigan), que tuvo que cerrar temporalmente.
De los cuatro bebés que sufrieron una infección bacteriana, dos de ellos murieron.
El regulador estadounidense recibió las denuncias sobre la enfermedad de esos niños entre septiembre de 2021 y febrero de este año.
Entonces, la FDA señaló que la bacteria de la que se infectaron, Cronobacter sakazakii, “pudo contribuir a causar la muerte de los dos pacientes”, mientras que Abbott concluyó en su propia investigación que era improbable que la leche para lactantes producida en su planta fuera la fuente de la infección.
Sin embargo, Abbott tuvo que cerrar temporalmente su planta en Sturgis y retirar del mercado sus productos, lo que junto a los problemas de suministro global de la pandemia de la covid-19 provocó escasez en EE.UU. con padres que no podían encontrar el alimento para su hijos en el supermercado.
El Gobierno del presidente de EE.UU., Joe Biden, ha tomado varias medidas para ayudar a los consumidores.
Entre otras cosas, el mandatario lanzó en mayo la “Operation Fly Formula” (Operación para llevar en avión la leche de bebés), que permite al Departamento de Defensa usar sus contratos con aerolíneas comerciales para importar la leche en polvo desde cualquier lugar del mundo.
Además, Biden invocó una ley que data de la Guerra Fría para movilizar recursos del sector privado a través del Pentágono y acelerar la producción doméstica de ese alimento lácteo.
La planta de Abbott en Sturgis reabrió a principios de este mes, pero las autoridades ya han avisado de que todavía tendrán que pasar unos dos meses antes de que el suministro de fórmula para lactantes vuelva a su nivel habitual.