Ciudad de México, 22 jun (EFE).- El ensayista de origen cubano Rafael Rojas aseguró este domingo que pese a la tendencia al autoritarismo en los tres bandos, aún tiene sentido hablar de izquierdas, derechas y centros en los análisis de la política mundial.
“Aún tiene sentido hablar de izquierdas, de derechas y de centros, más por geografía que por una ideología porque encontramos rasgos conservadores, tendencias al autoritarismo o a la autocracia, tanto en la izquierda, la derecha o el centro”, dijo el académico en entrevista con EFE.
Rojas, premio Anagrama de ensayos en 2006, publicó 'La historia como arma', un ensayo que analiza el papel de los intelectuales latinoamericanos en la Guerra Fría y se detiene en obras como 'Las venas abiertas de América Latina', de Eduardo Galeano, y 'La ciudad letrada', de Ángel Rama.
El texto, publicado por Siglo veintiuno editores, analiza los debates de la publicación británica 'New Left Review', repasa las reflexiones de intelectuales como Alejo Carpentier y Marta Harnecker y revela los símbolos, mitos y estrategias de la narrativa latinoamericana en la disputa que dividió el mundo en dos bloques.
“En este ensayo hablo de lo difícil que es hablar de una izquierda cuando hemos tenido en la misma corriente liderazgos tan distintos como el de José Mujica, en Uruguay; Gabriel Boric, en Chile; Lula da Silva, en Brasil, y a la vez a Nicolás Maduro, en Venezuela; Daniel Ortega, en Nicaragua, y Miguel Díaz-Canel, en Cuba”, observó.
La Cuarta Guerra Mundial está en curso
Para Rojas, miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia, la Guerra Fría fue la tercera conflagración mundial y si se habla de la cuarta, el mundo la está viviendo ya con las contiendas simultáneas en varios lugares.
“La tercera fue la Guerra Fría. La cuarta está en curso con Rusia en Ucrania, Israel en Gaza y en sus pugnas con Irán, con Siria y con el Líbano. Tenemos, además el conflicto entre China y Taiwán, que en cualquier momento escala”, afirmó.
El académico no ve señales de optimismo en relación con esas guerras porque los organismos internacionales, empezando por la ONU y específicamente por el Consejo de Seguridad, que son incapaces de poner un freno.
“Esas guerras se ven atizadas por las quiebras geopolíticas a nivel global; el deterioro de la alianza entre Estados Unidos y Europa, las crisis internas de Europa con el auge de gobiernos nacionalistas, neoconservadores contrarios a la idea de una Europa unida; en tanto China y Rusia van por su lado”, reflexionó.
Los pleitos con Donald Trump
Aunque aceptó que hay pocas razones para el optimismo en el mundo de hoy, el director de la revista Historia Mexicana consideró que en algunos lugares puede matizarse el pesimismo; por ejemplo, en Estados Unidos, donde el presidente, Donald Trump, no controla todas las cartas en sus numerosos pleitos.
“Trump no las tiene todas a su favor en su proyecto de desmantelar la democracia. Estamos viendo una resistencia a todo nivel, en contra de las redadas contra inmigrantes, del despliegue militar y una resistencia judicial de las instituciones, las universidades y la opinión pública”, apuntó.
No ve el académico ningún país dirigido por un líder en el momento actual, aunque observa fuerzas democráticas en Europa resistiendo el avance de los nuevos conservadurismos, de los nuevos nacionalismos y de la nostalgia por los fascismos.
“No hay líderes, pero sí corrientes y de ahí salen los líderes. Los juegos de fuerza política se van acomodando, se van desplazando de un lado a otro y yo no descartaría la emergencia de liderazgos democráticos en el tránsito del primer cuarto al segundo del siglo XXI”, opinó.
– ¿Qué le parece la tendencia de la humanidad a seguir a los machos alfa?
– Ha sido una constante en la historia. Nada más habría que recordar la época de los fascismos, de los totalitarismos de izquierda y de derecha, con grandes caudillos como Stalin, Hitler, Mussolini y Franco, lo cual se reprodujo en la Guerra Fría. Y por otro lado, en América Latina hay una larga tradición de caciques desde el siglo XIX.