Washington, 10 nov (EFE).- En el centro del cierre de Gobierno más largo en la historia de Estados Unidos ha estado un desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre los subsidios a la salud.
En concreto, los fondos destinados por el Gobierno a los ciudadanos que adquieren su seguro médico bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, en inglés),conocida también como Obamacare.
Durante 40 días, los demócratas se rehusaron a apoyar en el Senado una medida temporal impulsada por los republicanos para financiar el Gobierno federal que no incluyera una extensión de estos subsidios, ampliados en 2021 y extendidos hasta 2025 por la Ley de Reducción de la Inflación apoyada por el expresidente Joe Biden.
Finalmente, este domingo 9 de noviembre, varios senadores demócratas rompieron con la disciplina de su partido y dieron su apoyo a la medida a cambio, entre otras cuestiones, de celebrar una votación en diciembre sobre la extensión por un año de estos subsidios, que de otra forma expirarán a fines de 2025, que tiene pocas posibilidades de éxito.
Coberturas en peligro
La expansión en 2021 de los créditos del Obamacare ayudó a que más estadounidenses de clase media pudieran acceder a la ayuda federal. Como consecuencia, en los últimos cuatro años, la cantidad de personas que están inscritos en el programa se duplicó: de unos 11 a 24 millones, según datos de la organización sin ánimo de lucro KFF.
Si el Congreso de EE.UU. no llega a un acuerdo en diciembre y, efectivamente, la expansión de subsidios se termina, las personas más afectadas serán los adultos mayores y las familias de clase media y trabajadora.
Las personas que dependen del dinero del Gobierno para poder tener un plan médico se enfrentarían a tarifas que representan el doble de lo que pagan actualmente, de acuerdo con KFF.
Reforma sanitaria ambiciosa
La ley ACA fue una de las políticas bandera del expresidente Barack Obama (2009-2017), que hizo campaña bajo la promesa de recortar los gastos en salud y ampliar el acceso a seguros médicos asequibles y de calidad.
Después de una larga batalla en el Congreso, la legislación fue promulgada por Obama en 2010, sellando con su nombre la realización de una de las reformas de salud más ambiciosas de la historia del país.
Dos años después, la Corte Suprema confirmó su constitucionalidad, permitiendo la entrada en vigor de sus medidas clave, entre ellas la expansión de Medicaid, los subsidios y prohibición de discriminación por condiciones médicas preexistentes.
Desde sus inicios hasta hoy, los republicanos – con el presidente Donald Trump a la cabeza- se han opuesto a la legislación.
Millones en riesgo
Según datos de KFF, en el año 2024 los subsidios al Obamacare permitieron que las personas aseguradas ahorraran en promedio 705 dólares, reduciendo su pago anual a 888 dólares.
Sin estos beneficios, el costo promedio anual de los seguros habría sido de 1.593 dólares, es decir, más del 75 % por encima de los precios actuales.
Este aumento en los costos forzaría a muchas personas a quedarse sin seguro de salud. En concreto, se estima que unas 4 millones podrían perder su cobertura médica para 2034, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
En EE.UU. no existe un sistema sanitario público financiado totalmente por el Gobierno. Los programas Medicare y Medicaid, para familias e individuos y adultos mayores con bajos recursos, proveen atención médica gratuita o de bajo costo y funciona de manera distinta según cada estado.
Subidas de costos médicos en áreas rurales
Texas y Florida, considerados bastiones republicanos, son los estados que enfrentarían los mayores aumentos en los costos de seguro médico. En estas regiones, los incrementos pueden superar el 30 %, especialmente en áreas rurales donde la competencia entre aseguradoras es menor.
Los residentes en estados del sur donde el Medicaid no fue expandido —como Texas, Carolina del Norte y Georgia— también estarán entre los más perjudicados, porque estos lugares dependían más de los subsidios y ahora verán crecer los costos de manera significativa.
En regiones rurales de Wyoming, Virginia Occidental y partes de Georgia, las subidas serían aún más dramáticas. Los pagos mensuales para los adultos mayores pueden llegar a duplicarse, superando a veces los 2,000 dólares al mes en lugares con menor acceso a servicios médicos y pocas opciones de aseguradoras.


