Los Ángeles, 3 ago (EFE).- Con la advertencia de que tragedias similares pueden volver a ocurrir, líderes comunitarios y grupos religiosos y de derechos humanos recordaron este miércoles en El Paso a las víctimas de la matanza del 3 de agosto de 2019 en esa ciudad de Texas, el peor ataque racista contra la comunidad latina cometido en Estados Unidos.
Las 23 víctimas fatales de la masacre ocurrida en una tienda Walmart de la ciudad fronteriza fueron recordadas hoy en un evento convocado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR) en el que se subrayó que el ataque no fue un hecho al azar.
“Lo que pasó ese día fue un ataque racista motivado por el supremacismo blanco”, dijo Fernando García, director de BNHR, y alertó de que “esto puede volver a pasar”.
Aseguró que al igual que sucedió con la Administración del ahora expresidente Donald Trump (2017-2021), el estado de Texas mantiene actualmente una agenda antiinmigrante y su gobernador Greg Abbott alienta la idea de que existe “una invasión” a Estados Unidos, consigna citada en un manifiesto del tirador de El Paso, identificado como Patrick Crusius.
El atacante supuestamente “quería matar el mayor número de mexicanos” y viajó 650 millas (1.048 kilómetros) hasta la ciudad fronteriza para realizar el ataque. En total 22 de las 23 personas fallecidas eran de origen latino, 8 de ellas ciudadanos mexicanos.
En su oportunidad David Stout, comisionado del condado de El Paso, dijo hoy durante el acto de recordación que el tirador “creía cosas que no son verdad”.
“Nosotros sabemos de dónde viene y quién está diciendo esas mentiras” resaltó.
Añadió que el gobernador Abbott y otros políticos “están tomando como objetivo a la comunidad más vulnerable”.
Al respecto, García aseveró que “hay un proceso institucional para ocultar la verdad”, por lo que “es necesario que recordemos por qué pasó el ataque”.
Los asistentes al evento también apuntaron el dedo hacia las leyes que permiten la compra de armas en el país y en el estado de Texas, y señalaron que Crusius compró legalmente un rifle semiautomático.
“Al igual que hace tres años, cualquiera puede comprar una AR-15 en Texas; nada ha cambiado”, dijo García.
Los activistas señalaron que los tiradores de Buffalo, Uvalde y Highland Park este año también pudieron comprar legalmente rifles semiautomáticos para realizar sus ataques.
La líder de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, recordó hoy en un comunicado a las víctimas y pidió renovar “nuestra determinación de erradicar la violencia de odio dondequiera que aparezca”.
En el acto de El Paso estuvieron presentes familiares de las víctimas, así como sobrevivientes que relataron el horror de ese día.
La consigna de “no olvidar” se repitió durante todo el homenaje, en el que se liberaron palomas en honor a las víctimas.
El juicio federal contra Crusius fue programado para comenzar el 8 de enero de 2024 en El Paso.
El tirador está acusado de más de 90 cargos, que incluyen 23 cargos de delitos de odio con resultado de muerte, 23 delitos de odio que involucran un intento de matar y 45 cargos de disparar un arma de fuego en relación con delitos de odio.
Los cargos conllevan la posibilidad de una pena máxima de muerte o cadena perpetua; sin embargo, el fiscal general aún no ha dado su decisión sobre qué sentencia buscará.
“Es necesario que se conozca la verdad. Esto no fue un problema de salud mental”, insistió García.
En la conmemoración de hoy también fueron recordados los inmigrantes que han muerto tratando de cruzar la frontera desde México.