Miami (EE.UU.), 9 jul (EFE).- La Universidad del Estado de Colorado (CSU, en inglés), referente en meteorología en Estados Unidos, bajó este miércoles a ocho huracanes, incluyendo tres de categoría mayor, 3 a 5, su pronóstico para la actual temporada ciclónica del Atlántico, uno menos que su previsión anterior de hace un mes.
Un nuevo reporte del instituto ahora prevé una actividad solo “ligeramente por encima de lo normal” en la época de ciclones del Atlántico, del 1 de junio al 30 de noviembre, al reducir su previsión a un total de 16 tormentas con nombre, una menos que en el reporte del 9 de junio.
La probabilidad de que un huracán mayor, de categoría 3 o más en la escala Saffir-Simpson, de un total de 5, impacte Estados Unidos en la actual temporada ciclónica del Atlántico descendió del 51 % al 48 %, aunque esto aún está por encima del promedio histórico de 43 %, advirtió el informe.
Además, hay un 25 % de posibilidades de que un huracán mayor toque tierra en la costa este de Estados Unidos, incluyendo la península de Florida, y un 31 % para la costa sur desde el noroeste de Florida hasta Brownsville, en Texas.
La principal razón para el ligero decremento del pronóstico es el “alto nivel” de la cizalla del viento en el Caribe, un fenómeno que se refiere a la variación de la velocidad o dirección del viento en una corta distancia dentro de la atmósfera, según describió el estudio.
“Los altos niveles de la cizalla caribeña en junio y julio están típicamente asociados con una temporada menos activa de huracanes”, explicó.
La CSU publica un pronóstico independiente al de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos, que en mayo previó hasta 10 huracanes y 19 tormentas con nombre para la actual temporada del Atlántico, por encima del promedio histórico, ante el calentamiento del mar.
En el Atlántico se forman hasta ahora las tormentas Andrea, Barry y Chantal. Esta última se convirtió el domingo en la primera que toca tierra este año en Estados Unidos, donde dejó al menos dos muertos en Carolina del Norte.
Pero, en paralelo a las tormentas tropicales, el sur de Estados Unidos padece inundaciones históricas en Texas, donde suman más de 100 personas muertas y 160 desaparecidas tras las lluvias del fin de semana pasado, y en Nuevo México, donde este martes murieron tres personas, incluyendo dos niños.
La CSU recordó que “solo basta un huracán que toque tierra para hacer que la temporada sea activa”, por lo que debe haber precauciones sin importar el nivel previsto de actividad. EFE
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