Washington, 15 sep (EFE).- El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, defendió este jueves ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) la construcción de una verja en la frontera con Haití porque la crisis que sufre ese país es “una amenaza para la seguridad nacional” de los dominicanos.
“Nuestro Gobierno hará todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar la paz de nuestros ciudadanos. Por ello, hemos iniciado la construcción de una verja perimetral en las áreas más sensibles”, dijo Abinader ante el Consejo Permanente de la OEA, en Washington.
El mandatario aseguró que “la crisis de la frontera en Haití es una amenaza a la seguridad nacional de la República Dominicana” porque las autoridades de ese país no tienen el “control” del monopolio de la fuerza y el crimen organizado “trata de alterar el orden” en territorio dominicano.
Además de la construcción de la verja, iniciada en febrero a lo largo de la mitad de la frontera con el país vecino, Abinader aseguró que ha prohibido la entrada a la República Dominicana de individuos de grupos que “de manera deliberada” alteran la seguridad.
Por todo ello, el presidente hizo un llamamiento a los estados americanos a asistir a las autoridades haitianas en la protección de sus infraestructuras críticas, un compromiso en el que se ha avanzado muy poco, lamentó. También pidió apoyo para que Haití pueda mejorar el control de las armas que llegan a ese país y para que pueda llevar a cabo un registro civil adecuado con el que convocar a la población a elecciones.
“Haití no puede esperar más, la situación actual se puede definir como una guerra de baja intensidad. Debemos actuar ya, miles de personas están muriendo”, dijo.
Abinader no hizo referencia al cierre de la Embajada dominicana en Puerto Príncipe anunciada este jueves ante el deterioro de la seguridad en Haití.
Otras representaciones diplomáticas en Puerto Príncipe también permanecen cerradas, como las de España, Francia y Canadá.
Haití está sumido en una profunda crisis social, económica, política y de violencia, agravada tras el asesinato en julio del año pasado del presidente Jovenel Moïse.
En Haití, 4,9 millones de habitantes, lo que representa el 43 % de la población, requieren de ayuda humanitaria.
A esta situación se suma el enfrentamiento entre bandas armadas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, que ha dejado ya más de 300 muertos en Haití y ha llevado a huir a más de 3.000 personas.
Durante su visita a Washington, el líder dominicano participó en un encuentro de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, con algunos mandatarios de la Comunidad del Caribe (Caricom) sobre crisis climática y seguridad alimentaria.
Previamente, Abinader se reunió con el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, y con una treintena de congresistas, entre ellos el legislador de origen dominicano Adriano Espaillat, con quienes abordó la situación en Haití, entre otros asuntos.
El mandatario de la República Dominicana, que regresa este mismo jueves a su país, estuvo acompañado por el ministro de Exteriores, Roberto Álvarez.