Washington, 3 abr (EFE).- El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, confirmó este miércoles que en los próximos meses se llevarán a cabo bajadas de tipos de interés y negó que estas tengan ninguna relación con cuestiones políticas, ya que podrían producirse en meses previos a las elecciones presidenciales de noviembre.
“Si la economía evoluciona en términos generales como esperamos, la mayoría de los participantes del Comité Federal de Mercado Abierto consideran que probablemente sea apropiado comenzar a reducir la tasa de política en algún momento de este año”, apuntó en un acto público celebrado en la Universidad de Stanford.
Powell confirmó así la postura expresada por la Fed en sus últimas reuniones: se está en el camino de llegar al objetivo de reducir la inflación al 2 %, pero todavía no se ha logrado.
Los datos económicos recientes “no cambian el panorama general”, que “sigue siendo de crecimiento sólido, un mercado laboral fuerte y una inflación que desciende hacia el 2 % en un camino a veces accidentado”, apuntó. En febrero, la inflación interanual subió una décima con respecto a enero y se situó en el 3,2 %.
“No esperamos que sea apropiado reducir nuestra tasa hasta que tengamos mayor confianza en que la inflación está bajando de manera sostenible hacia el 2 %. Dada la fortaleza de la economía y los avances en materia de inflación hasta ahora, tenemos tiempo para dejar que los datos económicos entrantes guíen nuestras decisiones de política”, insistió Powell.
Con su tono sobrio de siempre, el presidente de la Fed se salió, sin embargo, de sus habituales discursos para defender la independencia del regulador y alegó que la Reserva “cumple mandatos prolongados que no están sincronizados con los ciclos electorales”.
Y es que las bajadas de tipos -que desde julio del año pasado están en la horquilla del 5,25 % y el 5,5 %, su máximo nivel desde 2001- podrían producirse en meses previos a las elecciones del 5 de noviembre, una situación que podría beneficiar al presidente Joe Biden, candidato demócrata.
“El Congreso concedió a la Reserva Federal un grado sustancial de independencia en la conducción de nuestra política monetaria (…) y esta independencia nos permite y nos exige tomar nuestras decisiones sin considerar cuestiones políticas de corto plazo”, apuntó.
Aunque no lo mencionó en su discurso, Powell se defendió así de las acusaciones del expresidente Donald Trump (2017-2021), quien en una entrevista con Fox News hace unas semanas lo acusó de ser “político” y de ayudar a los demócratas en las elecciones de 2024.
“Creo que va a hacer algo para probablemente ayudar a los demócratas si baja las tasas de interés”, apuntó el exmandatario, candidato republicano.
Trump fue quien nombró a Powell en 2017 y en la mencionada entrevista confirmó que si gana las elecciones el 5 de noviembre no lo volvería a nombrar.
Powell insistió en que en la Fed “la independencia es esencial”. “Reconocemos que necesitamos ganarnos continuamente esta concesión de independencia y lo hacemos llevando a cabo nuestro trabajo con competencia técnica y objetividad de manera transparente y responsable”, dijo.
Los análisis de la Fed, aseguró, “están libres de cualquier sesgo personal o político” y las decisiones “siempre reflejarán la minuciosa evaluación de lo que es mejor para la economía a medio y largo plazo, y nada más”.