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Pelé por Pelé

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Redacción Deportes, 29 dic (EFE).- A dos años, que se cumplen este domingo, de la partida del 'rey' del fútbol Edson Arantes do Nascimento 'Pelé', la agencia EFE reconstruye su vida a partir de sus propias revelaciones y relatos.

El hijo ilustre de Três Corações, falleció a los 82 años el 29 de diciembre de 2022 en São Paulo tras una larga lucha contra un cáncer de colon. ​ 

Parte de su historia, en sus palabras, puede leerse así:

“Este aquí va a ser un gran jugador de fútbol”, pronosticó el 23 de octubre de 1940 Dondinho al comprobar el sexo del niño que acababa de dar a luz su esposa Celeste, quien había quedado embarazada con tan solo 16 años.

“Dondinho decidió llamarme Edson -sin la 'i'- en honor a Thomas Edison, el inventor de la lámpara eléctrica. Pero, en mi certificado de nacimiento mi nombre aparece como Edison, con 'i', un error que persiste hasta hoy. Soy Edson, pero para mi eterno disgusto la 'i' aparece en documentos y siempre tengo que explicar la historia”.

“Nací para jugar fútbol, así como Beethoven nació para escribir música y Michelangelo nació para pintar”.

¿Cómo surgió Pelé como apodo?

“Todo comenzó con un colega del equipo de mi padre, cuando él jugaba para Vasco de Sao Lourenco. El portero era conocido como 'Bilé' y yo, siendo niño, entonces le llamaba 'Pilé'.

“Un niño cuyo nombre no recuerdo, comenzó a burlarse de mí y a llamarme Pelé. Por lo tanto, gracias al portero Bilé y a la burla de ese compañero de colegio me torné Pelé”.

“Ser llamado Pelé me irritó un poco en el comienzo. Yo quería ser llamado Edson, pero cuando alguien me decía: 'eh, Pelé', respondía de mal humor. Cierta vez le di un golpe a un compañero del colegio por esa razón, lo que me valió dos días de suspensión”.

“Con el tiempo comencé a adorar mi apodo, pero en aquél tiempo, me irritaba bastante”.

Primeras lecciones en Santos: ojo con la prensa

El exfutbolista, entrenador y cazatalentos que llevó a Pelé al Santos le dejó varias lecciones imborrables.

“Me recomendó que mantuviera mi estilo de juego, que no me dejara impresionar por los astros que jugaban con Santos. Es normal que en el comienzo me sintiera un poco inhibido, pero eran óptimas personas y me iban a ayudar, me dijo”.

“También me habló sobre la prensa: 'Vea bien, una cosa importante que usted va a hacer es no leer periódicos ni oír radio, especialmente antes de un partido, nunca lea secciones de deportes ni escuche programas'. Quedé agradecido con alguien que había sentido las presiones del juego en su nivel más alto”.

“Y a lo largo de toda mi carrera, y después de ella, jamás di mucha bola para la prensa. Es claro que cuando era informado de que había un bello artículo sobre mí, procuraba leerlo. Pero como regla general procuré no incomodarme con lo que decían de mí”.

Trabajo, kárate y judo, tres aliados del fútbol

“Dios me dio el don de saber jugar al fútbol, pero el resto lo conseguí entrenándome y preparándome a fondo”.

“Me entrenaba bastante. Siempre fui un perfeccionista. Ejercitaba más mi pie izquierdo, que tenía menos potencia que el derecho. También los cabezazos”.

“Cuando juegas contra rivales sucios o muy duros es fácil escapar, porque sabes lo que van a hacer. Peor cuando el jugador es duro, pero inteligente, es mucho más difícil”.

“Santos tenía un gimnasio y durante un año aprendí kárate, que fue muy importante para mi carrera, pues me enseñó a caer y saltar. Después de eso aprendí judo, que me ayudó a perfeccionar el equilibrio y la agilidad. Por eso, cuando driblaba a los adversarios, difícilmente me caía”.

Dos anécdotas

Maracaná, febrero de 1963. Vasco da Gama ganaba por 2-0 a Santos.

“Los zagueros Fontana y Brito se burlaban de mí. ¿Dónde está el famoso rey, exclamaba irónico Fontana? ¿Dónde está el goleador del Santos? ¿Acaso no vino? Completaba Brito”.

“Me fui irritando y entonces marqué un gol. Aún así me seguían atizando. Entonces, en los instantes finales, marqué el del empate. Saqué el balón del fondo de la red, se lo entregué a Fontana y le dije: 'Dáselo a tu madre. Regalo del rey”.

George Best: “Nos hicimos tan amigos, a pesar de que tomó por costumbre provocarme en cada encuentro”, recordó el brasileño en su libro 'Pelé la Autobiografía', editado en 2006, un año después de la triste muerte en Londres de 'el Chico de Belfast'.

“¿Qué clase de rey eres? ¡Tú no bebes ni fumas!”, solía decirle el hombre que inmortalizó una de las más descarada confesiones públicas: “Gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto, lo malgasté”.

“Y yo me acostumbré a responderle, bromeando, que tenía la certeza de que él no era europeo, ni nada que se le pareciera. Tenía sangre latina en las venas”.

Y varias opiniones

Garrincha: “A veces, él nos enloquecía también. Nunca sabíamos lo que haría con el balón. De vez en cuando me dejaba bien irritado. Cuando tomaba el balón yo sabía que, por lo menos, driblaría a uno y entonces me quedaba esperando el pase, pero muchas veces regresaba y me dejaba en fuera de lugar por lo que me forzaba a volver también”.

“El único gol de cabeza importante que marcó Maradona fue con la mano”.

“Para imponerse un entrenador debe tener buenos conocimientos e inspirar confianza. No puede convertirse en un verdugo, ese error suele pagarse caro porque los grandes equipos, como las grandes empresas, se construyen con trabajo en equipo, no con un látigo”.

“Si eres el primero, eres el primero. Si eres segundo, no eres nada”.

Sobre los brasileños: “Somos un pueblo místico, siempre creemos en lo inexplicable, en lo sobrenatural”.

Pelé por los otros

“Verlo jugar era ver la alegría de un niño combinada con la extraordinaria elegancia de todo un hombre”. Nelson Mandela.

“Cuando vi a Pelé jugar me dieron ganas de colgar las botas”, Just Fontaine, goleador del Mundial de Suecia 1958.

“Pelé era uno de los pocos que contradecían mi teoría: en vez de 15 minutos de fama, va a tener 15 siglos”, Andy Warhol.

“Antes del partido pensé: 'Es de carne y hueso como los demás'. Pero me equivoqué”. Tarcisio Burgnich, el defensor de Italia que marcó a Pelé en la final de México'70.

“Soy Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos. Pero usted no hace falta que se presente, pues el mundo sabe quién es Pelé”.

“Lo difícil, lo extraordinario, no es marcar mil goles, como Pelé, es marcar un gol como Pelé”. Carlos Drummond, poeta brasileño.

“El futbolista más grande de la historia ha sido Di Stéfano. Me niego a catalogar a Pelé como futbolista. Estaba por encima de eso”. Ferenc Puskas.

“Pelé era el único futbolista que superaba los límites de la lógica”, Johan Cruyff.

“Saltamos a la vez para darle de cabeza. Yo era mucho más alto. Cuando bajé, miré hacia arriba asombrado. Pelé seguía ahí, suspendido en el aire, cabeceando el balón. Era como si pudiese quedarse ahí arriba todo el tiempo que quisiese”, Giacinto Fachetti.

Por Hernán Bahos Ruiz

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