Ciudad de Panamá, 10 ago (EFE).- Panamá vibró este sábado con cada golpe lanzado por la boxeadora Atheyna Bylon en la final de los 75 kilos del boxeo de los Juegos Olímpicos de París, en donde se quedó a un peldaño del oro, una plata que le sirvió para convertirse en la primera mujer en el país centroamericano en lograr esta hazaña.
Uno de los puntos más concurridos en la capital panameña para seguir el combate fue el Parque municipal Urracá, donde alrededor de 300 personas presenciaron otro momento histórico en el deporte del país.
El ambiente festivo inicial con música y eventos deportivos fue tornando tenso a medida que se acercaba el inicio de la gran final, que comenzó a primera hora de la tarde, emitido en directo en una gran pantalla, con Bylon de azul frente a la contrincante china Li Qian, de rojo.
El silencio duró hasta que Atheyna pudo asestar el primer golpe a su rival, celebrado y coreado por los presentes.
Los tres asaltos volaron, el boxeo olímpico es rápido, y tras un gran tercer asalto de la púgil panameña, llegó la decisión final, sin un claro vencedor.
Muchos espectadores se agarraron de las manos y pidieron ayuda divina para que el oro se viniera para Panamá, pero finalmente el jurado se decantó por la boxeadora china.
El ex campeón mundial, Hilario Zapata, destacó que aunque se buscaba el oro, es importante y valiosa la medalla de plata para el boxeo.
Zapata, de forma breve y concisa, analizó el combate de Bylon y precisó que se veía “muy indecisa en soltar las manos”.
“En el tercer asalto soltó más las manos, en los otros dos asaltos no lo hizo y la rival colocó golpes precisos para marcar”, le explicó a la Agencia EFE Zapata, que reinó en el peso de minimosca.
Algunos de los presentes aceptaron con facilidad la derrota y se mostraron orgullosos de su guerrera, mientras que otros fueron más críticos: “Le robaron la pelea”, decían.
“Sentí que el pequeño Panamá sigue siendo víctima de las potencias del mundo, en nuestro corazón sabemos que Atheyna nos dio esa medalla de oro, aunque no se la den físicamente, pero en el corazón de cada panameño ella ganó el oro”, le dijo a EFE Carlos Robinson.
Robinson, que asistió junto a su esposa a presenciar la pelea, apeló a que el Gobierno panameño respalde a Bylon, que le ha dado una alegría al país.
Después del combate, se difundió un video en el que el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, felicitaba vía telefónica a Bylon por la plata: “Gracias, gracias, como presidente de todos los panameños, gracias, Atheyna”.
El presidente, durante la conversación, se comprometió en nombre del Gobierno y los panameños “a apoyar el deporte, meterle la mano duro a los atletas”, para “reforzar todo lo que es el entrenamiento, toda la asistencia técnica, humana, médica” a todos los equipos en todas las facetas, para que sientan un respaldo de las instituciones que les ayude a alcanzar el “éxito”.
La boxeadora, al borde de las lágrimas por haber quedado a tan poco del oro, celebró las palabras del presidente, después de haberse mostrado en el pasado muy crítica por lo duro que ha sido para ella llegar sin apenas apoyo hasta ahí.
“Me alegra que diga estas palabras, porque definitivamente hay que mejorar muchas cosas en el deporte, comenzando con instalaciones (…) pero de verdad muchísimas gracias y esperemos que (se arreglen) las cosas de la mejor manera para mejorar el deporte en Panamá”, subrayó la boxeadora, policía de profesión.
Con la bandera panameña ocupando un lugar en el podio olímpico se vivió algo poco común en la historia del país centroamericano, que ahora ostenta cuatro medallas en la máxima cita del deporte mundial, tres en atletismo y una en boxeo, con la plata de Atheyna Bylon.