Los Ángeles, 9 jul (EFE).- El obispo Alberto Rojas de la Diócesis de San Bernardino, en California, dispensó este miércoles a los migrantes católicos de su obligación de asistir a misa al denunciar el “temor” a las redadas del Servicio de Inmigración y Control Aduanas de Estados Unidos (ICE).
El cura, crítico de la política migratoria del presidente Donald Trump, publicó un decreto en el que reconoce “la preocupación” y el “miedo” de “muchos” fieles sobre asistir a misa en la región, al este de Los Ángeles, por “temor a posible actividad en contra de inmigrantes por parte de las autoridades civiles”.
El decreto se difunde mientras Los Ángeles se mantiene como uno de los principales focos de redadas migratorias desde el 6 de junio, cuando comenzó un operativo federal que desató protestas por la presencia de agentes del ICE y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El sacerdote advirtió de que la operación de ICE “puede disuadir a algunos” de “cumplir con la obligación de asistir a misa”, además de señalar que “dicha aprehensión constituye un grave inconveniente que puede perjudicar el bien espiritual” de los feligreses.
“Todos los fieles de la Diócesis de San Bernardino que, debido a un temor real a las actividades de las autoridades migratorias, no puedan asistir a la santa misa los domingos o fiestas de precepto, quedan dispensados de esta obligación, según dispone el Canon 1247, hasta que se revoque o enmiende este decreto”, escribió Rojas.
Ante la situación, el líder católico sugirió el “fomento de prácticas espirituales alternativas”, como misas por televisión o en línea.
También indicó que “los párrocos, vicarios parroquiales y otros ministros pastorales deben brindar apoyo compasivo a los afectados por este temor”.
Entre el 6 y el 22 de junio más de 1.600 personas en Los Ángeles quedaron detenidas con fines de deportación, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El miedo de los migrantes se reavivó el lunes, cuando decenas de agentes federales rodearon el Parque MacArthur, en el centro de Los Ángeles, en un despliegue que incluyó helicópteros y vehículos armados, lo que autoridades locales calificaron de una “operación militar” y un “montaje” para generar miedo y caos.
Líderes católicos como Rojas han cuestionado las medidas migratorias de Trump, quien en sus primeros días de mandato ordenó ampliar estas redadas a iglesias, escuelas y hospitales, sitios que antes estaban restringidos.