Charlotte, NC.- A partir del 1 de julio, viajar en taxi, Uber o Lyft en Carolina del Norte será un poco más costoso, cuando comience a aplicarse un nuevo impuesto estatal sobre el transporte: un 1.5% en viajes exclusivos y un 1% en viajes compartidos.
La medida, considerada un impuesto sobre ventas, fue aprobada por la legislatura estatal hace dos años como parte de una estrategia para generar más fondos destinados al mantenimiento y construcción de infraestructura vial.
OBJETIVO
Este nuevo “impuesto al comercio de transporte” busca fortalecer el Fondo de Carreteras del Departamento de Transporte de Carolina del Norte (NCDOT), que financia proyectos viales, peatonales y ciclistas en todo el estado. La intención de los legisladores es reducir la dependencia del impuesto a la gasolina, cuya recaudación ha disminuido con el auge de vehículos más eficientes y eléctricos.
Se estima que este nuevo impuesto podría aportar más de 11 millones de dólares anuales al Fondo de Carreteras. La medida se suma a otros cambios recaudatorios recientes, como el aumento en las tarifas de registro de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, y nuevas comisiones sobre pagos electrónicos al DMV estatal.
Aunque el impuesto a los combustibles sigue siendo la principal fuente de ingresos para el NCDOT (aportando alrededor de $2.6 mil millones o el 31% del presupuesto del año fiscal actual), el estado ha comenzado a diversificar sus fuentes de financiamiento. Desde 2023, un 6% de los impuestos a las ventas se destina a los fondos de transporte.
Hasta el momento, 38 empresas ya se han registrado para recaudar el nuevo impuesto, y se espera que más lo hagan antes del inicio de su implementación.