Washington, 19 sep (EFE).- El nuevo Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de Estados Unidos acordó este viernes de forma unánime restringir el acceso a las vacunas contra el coronavirus al interponer una consulta médica antes de recibir una dosis.

La comisión eliminó la recomendación vigente que obligaba a que todos los mayores de seis meses debían recibir la vacuna anualmente y recomendó que la inyección debe suministrarse bajo “decisiones clínicas compartidas”, según reportan medios estadounidenses.

La nueva medida aún no tiene lineamientos sobre su aplicación pero supone generar complicaciones para acceder a la vacuna en farmacias porque previamente deberán tener la recomendación explicita de un médico.
Además, la propuesta para alentar a los estados y localidades a exigir explícitamente recetas para las vacunas contra el coronavirus fracasó por poco.
El secretario de Salud, Robert Kennedy Jr.,un conocido activista antivacunas, despidió en junio a todos los integrantes de esa comisión alegando preocupación por “conflictos de intereses” y los reemplazó con nuevos miembros, muchos de los cuales son conocidos por sus críticas a los programas de vacunación obligatorios.
Esta semana, Susan Monarez, exdirectora de los Centros para el Control y Prevención de Enfernmedades (CDC), denunció ante el Senado que fue cesada de su cargo en agosto por “defender la integridad científica” y advirtió que el secretario de Salud planea cambiar este mes los esquemas de vacunación infantil.
Según explicó, Kennedy le dijo que hablaba con el presidente, Donald Trump, “a diario sobre cambiar el calendario de vacunación infantil” a partir de septiembre.
En agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos limitó la aprobación de las vacunas actualizadas contra el coronavirus para personas de 65 años o más y a las personas con enfermedades crónicas que elevan su riesgo de padecer una enfermedad grave.
La sociedad médica estadounidense, como organizaciones de pediatras de California, ha reaccionado con preocupación a los cambios en los esquemas de vacunación advirtiendo que las limitaciones de acceso podrían generar nuevos brotes.