Nueva York, 13 sep (EFE).- El estado de Nueva York aprobó hoy una serie de normas que tienen como fin obligar a las escuelas privadas a demostrar que imparten contenidos mínimos en inglés, matemáticas y otras materias, una medida unánimamente interpretada como dirigida contra las escuelas ultraortodoxas judías de la comunidad hasídica.
La normativa establece que las escuelas privadas deben garantizar “una educación básicamente equivalente” a la que se imparte en las públicas, principio que se recoge en una ley de hace más de un siglo pero que no había sido desarrollada en una normativa específica.
La Junta Directiva que supervisa la red educativa de todo el estado advierte de que las escuelas que no impartan esos contenidos mínimos se exponen a perder la financiación pública, y llega después de que el fin de semana el diario New York Times publicara que un centenar de escuelas hasídicas (“yeshivas”) habían recibido más de 1.000 millones de dólares sin superar ningún control académico.
La normativa no va dirigida contra las escuelas religiosas de ningún credo en particular, pero las ultraortodoxas están en el punto de mira por los pobres resultados que sus alumnos han presentado en los exámenes estatales que periódicamente pasan los niños, con resultados muy por debajo de otras escuelas privadas de barrios desfavorecidos.
Las escuelas privadas hasídicas, que practican una estricta segregación de sexos y enseñan fundamentalmente en yiddish -siendo el inglés materia secundaria- tienen una población escolar de unos 50.000 niños, esencialmente en el distrito de Brooklyn, donde la comunidad hasídica vive concentrada en varios enclaves.
Durante muchos años, estas escuelas han escapado al control público debido a las presiones de sus líderes religiosos sobre los políticos, ya que recomiendan votar en masa a aquellos candidatos que les garantizan no inmiscuirse en la gestión de sus centros, sean demócratas o republicanos.
Otras de las reglas que las escuelas públicas deben respetar tienen que ver con la práctica obligatoria de la gimnasia o la prohibición de castigos físicos, dos cuestiones a las que las yeshivas han consiguido habitualmente sustraerse: según el New York Times, los castigos físicos son relativamente frecuentes.