Nueva York, 30 ago (EFE).- El gobernador de Texas, Greg Abbott, fue acusado hoy de “fomentar el odio antiinmigración y antilatinos” por parte de la alcaldía de Nueva York, enfrascada en una agria polémica con el gobierno texano por los envíos de este último de miles de inmigrantes en autobuses hacia Nueva York.
El comisionado de Inmigración de la alcaldía neoyorquina, el mexicano-estadounidense Manuel Castro, dijo en declaraciones a la CNN que el envío de inmigrantes de Texas a Nueva York sin coordinación alguna está causando “una crisis extremista de extrema derecha”.
Castro repitió sus palabras de la semana pasada de que Abbott “usa a seres humanos con fines políticos”, algo que según él “es una línea que nunca se debe cruzar”.
Además, dijo que los inmigrantes enviados desde Texas son casi todos solicitantes de asilo y gozan de libertad de movimientos mientras dura su proceso migratorio (que puede tardar años), por lo que es falso tratarlos de indocumentados o de ilegales.
La alcaldía neoyorquina asegura que desde abril han llegado desde Texas 7.600 inmigrantes a la ciudad de Nueva York, aunque no queda claro cuántos de ellos llegaron por sus medios y cuántos forman parte de los envíos organizados por Abbott desde el pasado 5 de agosto.
El gobierno texano fleta autobuses sin coordinación con Nueva York, y ha prohibido incluso a los chóferes dar información a las autoridades neoyorquinas sobre los viajes y las horas previstas de llegada, que son conocidos de forma informal por las llamadas de los propios inmigrantes.
En estos envíos por autobús priman muy por encima de otras comunidades los inmigrantes venezolanos, llegados a Estados Unidos tras largos viajes que les supone atravesar varios países donde con frecuencia son sometidos a secuestros o violencia sexual, entre otros atropellos.
El gobernador Abbott no esconde que el propósito de estos envíos de inmigrantes es repartir la carga migratoria que según él no debe recaer solo en Texas, y si ha elegido Washington en los pasados meses y ahora Nueva York es por estar gobernadas ambas ciudades por alcaldes progresistas.
Abbott suele identificar la carga migratoria con la actividad de los carteles de la droga, utilizando una terminología que según dijo hoy Castro: “No habíamos visto en décadas”.
Las autoridades neoyorquinas consideran que Abbott está utilizando la carta migratoria como arma electoral frente al demócrata Beto O´Rourke, sobre quien lleva una considerable ventaja en los sondeos previos a los comicios de noviembre próximo.