Nueva York, 8 abr (EFE).- Nueva York continuará facilitando el aborto con medicamentos, aseguró la gobernadora Kathy Hochul tras conocer la decisión de hoy de un juez federal de Texas que revocó la aprobación de la píldora abortiva mifespristona a nivel nacional.
Hochul aseguró estar “horrorizada” por el fallo contra el uso de un medicamento que es “seguro y eficaz” y que dijo ha sido usado por más de cinco millones de mujeres desde que su uso fue aprobado por la Administración federal de Alimentos y Fármacos (FDA) hace más de dos décadas.
“Independientemente del fallo de hoy, el acceso y la atención del aborto aún están disponibles en Nueva York. Cualquier persona que necesite atención, nuestro estado lo recibirá con los brazos abiertos”, afirmó en un comunicado.
La gobernadora demócrata indicó además que pidió a la legislatura que considere acciones para proteger el aborto con otros medicamentos, incluido el misoprostol, durante las negociaciones que realizan del presupuesto.
El juez federal Matthew Kacsmaryk ordenó hoy que se anulara la aprobación que la FDA dio al fármaco en el año 2000.
En su decisión alega que la agencia federal violó el procedimiento adecuado al dar su aprobación a la mifepristona y que no tuvo en cuenta las “impacto negativo” del fármaco en la salud de las personas que lo toman.
El fallo, no obstante, da a los representantes legales del gobierno de Joe Biden un periodo de una semana para apelar la decisión.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Eric Adams, considera que se trata de una decisión “cruel e inhumana” de un tribunal “empeñado en pisotear la ley, no en defenderla”.
“El fallo de hoy de otra persona designada por (el expresidente) Donald Trump podría dificultar aún más que las personas accedan a un aborto, incluso aquí en la ciudad de Nueva York, y es un claro acto de guerra contra las mujeres”, afirmó.
Aseguró que su administración “luchará para detener los esfuerzos por controlar los cuerpos de las mujeres, sus elecciones y sus libertades” y que de prevalecer la decisión, los hospitales públicos continuarán haciendo accesible el aborto cambiando a un régimen de tratamiento con misoprostol para cumplir con la ley.