Nueva York, 2 may (EFE). – La ciudad de Nueva York aumentó su nivel de alerta de la covid-19 de “bajo” a “medio” luego de que los recientes datos mostraran un aumento de los casos, informó hoy el Departamento de Salud municipal.
“Con el aumento de los casos, la ciudad de Nueva York ha entrado en el nivel de alerta de riesgo medio”, indicó el director de la agencia sanitaria, Ashwin Vasan en un comunicado.
Vasan tomó la decisión después de haber revisado los datos más recientes que muestran que los casos han superado la tasa de 200 por cada 100.000 personas en los cinco condados de la ciudad.
“En la práctica, esto significa que los neoyorquinos deben tener aún más precaución que en las últimas semanas”, indicó y advirtió que las personas mayores que están en riesgo de contraer una enfermedad grave (por su edad, enfermedades preexistentes o por no estar vacunados), deben considerar la posibilidad de tomar precauciones adicionales, como evitar las reuniones multitudinarias en lugares cerrados.
La agencia de Salud insistió en recomendar el uso de la mascarilla en lugares públicos cerrados y que los neoyorquinos se hagan la prueba antes y después de cualquier reunión.
“Las próximas semanas serán críticas para frenar la propagación de la covid-19 y volver a un nivel de riesgo bajo para que podamos disfrutar con más seguridad de nuestra primavera”, indicó Vasan.
“Como ciudad, tenemos las herramientas que necesitamos para hacer frente a este virus. Como neoyorquinos, estamos juntos en esto. Incorporando estas medidas a nuestra vida diaria, podemos seguir cuidando de los demás y de nosotros mismos” , afirmó el médico.
De acuerdo con la cadena CBS, que cita datos de los Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los casos están aumentando en casi todos los rincones del estado de Nueva York, ya que se sigue tratando con una nueva variante llamada BA.2.12.1.
Señala además que Nueva York alberga 37 de los 54 condados de EE. UU. donde se registran los niveles más altos de transmisión comunitaria.
Estas advertencias llegan después de que la ciudad de Nueva York haya eliminado la obligatoriedad de mascarillas en lugares cerrados el pasado febrero (aunque algunos espacios privados la mantienen) y otras medidas, como la presentación de una prueba de vacuna, también se hayan relajado en la mayor parte de la ciudad.