Guadalajara (México), 11 mar (EFE).- La nueva ola del movimiento feminista surgida en varios países de América Latina los últimos años han formado una masa crítica que posibilitará los cambios a favor de las mujeres, dijo la feminista y artista visual mexicana Mónica Meyer en una entrevista con EFE.
“Ha entrado una generación de mujeres jóvenes que son quienes van a poder hacer los cambios porque hay una masa crítica y hay muchas mujeres en muchos ámbitos luchando por todas estas reivindicaciones”, consideró la artista con más de 45 años de trayectoria y reconocida en América Latina.
Mayer y la artista visual Maris Bustamante crearon en 1983 el grupo de arte feminista “Polvo de Gallina Negra” que este año cumple su 40 aniversario y por el que es objeto de una exposición en el Museo Cabañas, en Guadalajara (oeste de México).
El grupo fue pionero en atreverse a cuestionar los roles tradicionales de la mujer en México mediante intervenciones experimentales, obras de teatro y performances, acciones que lo volvieron un referente del arte feminista en América Latina en la década de los 90.
La exposición “40 años de Polvo de Gallina Negra. Arte feminista en México” muestra un centenar de piezas entre fotografías, videos, notas de prensa, y reproducciones de las llamadas “recetas feministas” con las que el colectivo pretendía que el público reflexionara acerca de la violencia contra las mujeres, la maternidad o los abusos sexuales.
La muestra fue curada por la argentina María Laura Rosa y la mexicana Julia Antivilo Peña, quienes la llevaron el año pasado a Chile y en el Museo Amparo de Puebla y que para Guadalajara añadieron algunas piezas para festejar el 40 aniversario de la agrupación que se cumple en junio próximo.
Rosa aseguró que el trabajo de “Polvo de gallina negra” traspasó las fronteras y se convirtió en un referente para el movimiento feminista pero también para las artistas del continente por la creatividad y la innovación de su propuesta artística que desafiaba el rol tradicional de las mujeres a finales del siglo XX.
“El grupo de arte trabajó con temáticas que siguen estando en vigencia en los activismos feministas y también investigaron el lenguaje del arte contemporáneo, mostraron que desde los activismos se puede hacer un enlace muy fuerte con las investigaciones visuales” no tradicionales, señaló.
La muestra estará exhibida en el Museo Cabañas hasta junio con actividades paralelas como un tendedero de denuncias para mujeres, conferencias, talleres, seminarios sobre activismos y curaduría feminista y la publicación de un libro.