La joven mexicana, nacida en San Luis Potosí, llegó a los Estados Unidos junto a sus padres cuando tenía 5 años de edad, quienes ahora la apoyan en su emprendimiento.
Galo Baird | [email protected]
Fotos crédito: HOLA News y Dulce Dreams Café
Tener negocio propio no es nada fácil, requiere de tiempo, dinero y sobre todo, ganas y amor por lo que hace, dos de las últimas palabras que Norma Zúñiga las ha puesto en práctica en tan solo dos años.
Con solo 29 años de edad, dejó su trabajo como técnica de laboratorio para dedicarse a tiempo completo a su pasión por la repostería, que la aprendió sin ir a la universidad y solo observando videos a través de YouTube.
ESTUDIOS
Zúñiga desde su llegada a Charlotte, Carolina del Norte, fue a la escuela como lo hacen todas las niñas de su edad hasta que se graduó de la secundaria, para después ir a la Johnson C. Smith University, donde obtuvo su bachillerato en Biología.
Posteriormente, ya con el título en sus manos, la joven laboró por cinco años como Laboratorista en una compañía de plasma. Aunque le gustaba lo que hacía, tuvo que tomar otra decisión.
“Sabía que ya no iba a tener mis cheques cada semana y otros beneficios a los que era elegible, pero era algo que quería hacer para independizarme”, dijo a HOLA News, Zúñiga, al hablar sobre el emprendimiento que tenía en mente.
EMPRENDIMIENTO
Sin saber del oficio, pero haciendo sus propias investigaciones, la joven se dio cuenta que en Texas y California estaban haciendo ‘conchas’ (una variedad de pan de dulce mexicano) de diversos colores y diseños. “Ahí me pregunté: ¿por qué nadie en Charlotte lo está haciendo?”.
“Haciendo postres y conchas me siento feliz, y así quiero hacer sentir a la gente”, dijo Zúñiga, quien fue perfeccionando poco a poco el producto hasta que decidió que era el momento para abrir en diciembre de 2021, ‘Dulce Dreams Café’, una panadería que hasta el momento no tiene local.
Para la joven, lo más importante era dar a conocer lo que había aprendido, por lo que rentó espacios en sitios donde tuvieran cocinas comerciales para ir empezando con el negocio. “Como no tenía local, tuve que hacer ‘popups’ (técnica de ventas al por menor) y ‘markets’ (en línea), porque era más fácil que abrir un negocio”, indicó.
SABOR DIFERENTE
Zúñiga, quien es una joven “soñadora” beneficiaria de DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), dice que sus “conchas” se diferencian de otras, que se venden en negocios más grandes, por ser “más suaves y no son secas”.
La emprendedora indicó que una de las cosas que hacen diferente su producto es que son “veganas’, es decir, no utiliza huevos ni tampoco leche, para la mezcla de los ingredientes.
FUTURO
Con un horario que empieza desde las 7 de la mañana y se extiende hasta las 4 de la tarde, Norma trabaja en toda la elaboración del producto, pero los fines de semana recibe la ayuda de su mamá y hermano para avanzar con los pedidos.
La joven está enfocada primeramente en su emprendimiento, pero espera tener en unos dos años más su negocio establecido en un local, donde los clientes puedan disfrutar de la dulce variedad de sus productos.
Productos que ofrece:
< Conchas: de varios sabores y colores
< Pasteles Ube: elaborados con ñame morado de Filipinas.
< Cheesecake de tres leches
< Café mexicano: con diferentes sabores.
< Café de olla: elaborado con canela y clavo de olor.
< Atole: bebida tradicional caliente a base de maíz y masa.
PEDIDOS Y CONTACTOS
< Instagram: dulcedreamscafe
< Facebook: Dulce Dreams Cafe
< Correo electrónico: [email protected] | www.dulcedreamscafe.com