Washington, 6 feb (EFE).- El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo este jueves que “no” cree que sea necesario el despliegue de tropas estadounidenses en Gaza, una posibilidad que el presidente de EE.UU., Donald Trump, había mencionado como parte de su plan para tomar el control de la Franja y reubicar a los gazatíes en otros países.
Netanyahu se encuentra este jueves en el Capitolio, reuniéndose con congresistas tanto del Partido Demócrata como del Republicano.
Durante una sesión de fotos con líderes del Senado, una periodista le preguntó si creía que se necesitaban tropas estadounidenses en la Franja de Gaza para hacer realidad el plan de Trump, ante lo que el primer ministro contestó con un breve: “No”.
Este comentario de Netanyahu se produce en un momento en que la Administración estadounidense ha comenzado a matizar algunos elementos de la propuesta de Trump para “tomar el control” de Gaza y expulsar a la población palestina, insistiendo en que el presidente no se ha comprometido al uso de tropas estadounidenses y que cualquier reubicación de palestinos sería temporal.
Este mismo jueves por la mañana, en un post en Truth Social, Trump insistió en que EE.UU. tiene intención de tomar la Franja de Gaza, destruida por bombardeos israelíes durante 15 meses de guerra, para convertirla en “uno de los desarrollos (urbanísticos) más grandes y espectaculares de su tipo en la Tierra”.
Sin embargo, afirmó que no se necesitaría el despliegue de soldados. “¡No harían falta soldados estadounidenses! ¡La estabilidad en la región reinaría!”, escribió.
El martes, cuando presentó su plan para Gaza en una rueda de prensa con Netanyahu en la Casa Blanca, Trump no descartó desplegar tropas estadounidenses para apoyar la reconstrucción de la Franja y aseguró que EE.UU. haría lo que fuera “necesario” para completar ese proyecto y convertir la zona en “la Riviera de Oriente Medio”.
Trump también propuso que los gazatíes sean reasentados de manera “permanente” en otros países e insistió en que Jordania y Egipto deberían aceptar más refugiados palestinos procedentes de Gaza, una idea rechazada de plano por estos dos países, así como por Emiratos Árabes Unidos, Catar, Arabia Saudí, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe.
Al día siguiente, sin embargo, la Administración estadounidense comenzó a matizar tanto el despliegue de tropas como la idea del reasentamiento permanente, después de que aliados de Washington en todo el mundo y hasta legisladores republicanos rechazaran la propuesta.
En concreto, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó en rueda de prensa que el reasentamiento sería “temporal” y restó importancia a los comentarios de Trump sobre el envío de tropas a Oriente Medio, asegurando que el presidente no se había “comprometido” a ello y aún no había tomado una “decisión” al respecto.
Los palestinos reclaman la Franja de Gaza como parte de un futuro Estado, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, por lo que el desplazamiento de los dos millones de habitantes del enclave y su desarrollo inmobiliario por parte de EE.UU. supondría el fin del concepto de Estado palestino tal y como ha sido concebido hasta ahora.