Miami, 25 mar (EFE).- Un museo de la Florida anunció este martes que presentará a partir del 5 de abril una exposición que pretende desafiar las nociones tradicionales de la fotografía bajo el título ‘Desenfoque / Obscuro / Distorsión: Fotografía y Percepción’.

La muestra, que se celebra del 5 de abril al 24 de agosto en el Museo de Arte Norton de West Plam Beach, profundiza en cómo la disrupción fotográfica – a través del desenfoque, la oscuridad y la distorsión – puede alterar nuestra percepción del tiempo, el espacio, el lugar y la escala, indica una nota del museo.

“Los artistas de esta exposición instan a una mayor conciencia sobre la naturaleza construida de la percepción y, a su vez, sobre la vulnerabilidad de una fotografía a la manipulación, incluso cuando parece mostrar lo que es ‘real'”, señala Lauren Richman, curadora principal de fotografía William y Sarah Ross Soter de Norton.
Procedente tanto de la colección del Norton como de préstamos especiales, la exposición presenta obras de artistas de los siglos XX y XXI como Francesca Woodman, André Kertész, Jeff Brouws, Uta Barth, Rami Maymon, Penélope Umbrico, Sandra Kantanen, Richard Mosse y Benn Mitchell.
Estos creadores, contrariamente al típico concepto de que la esencia del arte reside en la nitidez y la claridad, emplean la distorsión no como un error, sino como una estrategia estética intencionada para generar una mayor conciencia de cómo las fotografías construyen – y manipulan – nuestra comprensión de la realidad.
En el siglo XIX, los pictorialistas no buscaban una representación objetiva de la realidad, sino una interpretación personal y emocional, y por ello adoptaron el desenfoque o la suavidad como una forma de elevar, según creían, la fotografía al nivel de bellas artes, similar a la pintura.
Por el contrario, el movimiento vanguardista ‘Nueva Visión’, posterior a la Primera Guerra Mundial, rechazó esta técnica y defendieron la nitidez, la claridad y la precisión como sellos distintivos de la modernidad.
Richman enfatizó que “la fotografía está inextricablemente ligada a nuestra percepción de la realidad: nos permite ver, moldear y preservar momentos en el tiempo”.
“Cada imagen es el producto de una serie de decisiones tomadas por el artista para contar una historia. Depende del espectador interpretar el relato”, explicó.
Con el paso del tiempo el desenfoque se asoció con el movimiento y la velocidad, dos elementos que podían persuadir aún más al espectador del realismo y la objetividad percibida del medio.
“Ciertos detalles se difuminan, oscurecen o distorsionan para crear tensión, quizás incluso socavando nuestra percepción de la realidad”, indica la nota del museo.
Los visitantes de ‘Desenfoque / Obscuro / Distorsión: Fotografía y Percepción’ podrán profundizar en la exposición que promete un viaje cautivador a través de casi dos siglos de experimentación fotográfica que celebra su capacidad de innovación y narrativa.