Miami, 28 ago (EFE).- Cientos de personas recordaron este lunes por la tarde en varias vigilias en Jacksonville, en el noreste de Florida, a los tres afroamericanos víctimas mortales de un tiroteo de “motivación racial” perpetrado este sábado por un “joven supremacista blanco” en una tienda de esa ciudad.
Vecinos de Jacksonville se congregaron en el parque James Weldon Johnson para expresar su dolor y solidaridad con las familias de las víctimas, al tiempo que varias organizaciones comunitarias convocaron otra vigilia tras la realizada el pasado domingo, un día después del tiroteo.
El agresor, Ryan Palmeter, de 21 años y residente en el condado de Clay, mató a disparos a tres afroamericanos en una tienda de la cadena Dollar General, antes de suicidarse.
Palmeter, que vivía con sus padres, se dirigió a Jacksonville desde donde escribió un mensaje a su padre para decirle que mirara su ordenador. En él encontró varios documentos, que su hijo había descrito como “manifiestos”, y dio aviso a las autoridades.
Los tres “manifiestos”, señaló en una rueda de prensa el alguacil de Jacksonville, T.K. Waters, no expresaban más que una “repugnante ideología de odio”.
Las víctimas mortales son Angela Carr, de 52 años, asesinada en su vehículo frente a la tienda; el trabajador del negocio A.J. Laguerre, de 19 años, quien fue tiroteado mientras intentaba escapar; y Gerrald Gallion, de 29 años, disparado al entrar al establecimiento.
Waters confirmó que el joven perpetró su crimen de odio armado con una pistola Glock y un rifle AR-15 que había comprado de forma legal y en el que había pintado una esvástica.
El prestigioso abogado de derechos civiles Ben Crump, dijo hoy en una rueda de prensa que se trata de una “violencia sin sentido, un memorando de odio, un testamento de muerte que desciende sobre la comunidad negra”, una “atrocidad”.
Aseguró Crump, contratado por la familia de una de las víctimas, que planean “buscar debajo de cada piedra para ver si hubo alguien que ayudó e instigó a este joven supremacista blanco” mientras “se preparaba” para cometer este crimen de odio racial.
Y se preguntó a continuación: “¿Cuántos tiroteos masivos tienen que suceder en EE.UU. para que los líderes den un paso al frente y ayuden a resolver estos problemas en lugar de mirar para otro lado?”.
“Este acto violento y sin sentido es el último de una larga serie de recordatorios de que las palabras impulsan la ideología, que da lugar a acciones, acciones indescriptibles, y todos pagamos el precio”, subrayó el abogado en un comunicado.
El ataque pudo haber alcanzado un balance aún más desolador si Palmeter hubiera llevado a cabo sus planes iniciales: un tiroteo masivo en la Universidad Edward Water (EWU), muy cercana a la tienda de la cadena Dollar General donde minutos después asesinó a tres afroamericanos.
Fue la rápida reacción del encargado de seguridad de la EWU lo que evitó el sábado una probable matanza en esta institución al descubrir al supremacista blanco, enfrentarse a él y perseguirle.
En una rueda de prensa celebrada este lunes, el presidente de la EWU, Zachary Faison, calificó de “héroe” al teniente Antonio Bailey, oficial de seguridad de este centro educativo, cuya inmediata intervención y persecución del sospechoso, tras ser alertado por unos estudiantes, evitó una casi segura masacre.
El titular de la EWU recordó que se trata de un crimen racial, que ya el año pasado la universidad sufrió una amenaza de bomba y ahora “estaba en el punto de mira de un blanco trastornado supremacista que buscó sembrar de muertos nuestro campus”.
Faison calificó de “asesinato a sangre fría” el tiroteo que segó la vida de tres afroamericanos y subrayó que “el futuro de Estados Unidos depende de que “se sepa educar contra el odio, el racismo y el supremacismo blanco”.
Pidió a la Administración de Biden y al gobierno federal que dote de fondos específicos al centro educativo para “garantizar la seguridad de los estudiantes, profesores y personal”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó este domingo el asesinato de los tres afroamericanos y advirtió que en el país “no hay sitio para el supremacismo blanco”.
Por su parte, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, anunció hoy la entrega de un millón de dólares para reforzar la seguridad en la EWU tras este tiroteo de “motivación racial”, dijo.