Ciudad de México, 18 abr (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) de México reportó este jueves más casos de violencia sexual hacia personas migrantes en el primer trimestre de 2024 que en todo el año pasado, según reveló la coordinadora médica adjunta, María Laura Chacón.
“Durante 2023, dimos atención a 232 casos de agresiones sexuales”, señaló en una conferencia de prensa, en la que añadió que, “a finales de marzo de este año, ya han visto más de 250 casos en la región” que comprende Honduras, Guatemala y México.
Explicó que la mayor parte de casos, tanto en 2023 como en 2024, se reportaron en los proyectos que MSF tiene en Tamaulipas, estado en la frontera de México con Estados Unidos, y en Honduras, aunque esto no quiere decir que se produjeran en estos territorios.
En los casos registrados en México, las agresiones están “muy relacionadas con secuestros” que viven los migrantes durante su tránsito y, en los de Honduras, con “el contexto del Darién”, la región selvática entre Colombia y Panamá.
De hecho, la representante regional de incidencia, Renata Viana, advirtió de la “situación de empeoramiento” que representan las cifras de secuestros en territorio mexicano.
Este aumento de las agresiones sexuales viene de la mano de un “deterioro de la situación de seguridad”, sin “un cambio en las condiciones” para que se reduzca la violencia sexual ni “un aumento en los servicios” hacia migrantes.
En 2023, cuando se registraron más menores de edad y mujeres en tránsito, hubo un incremento “notable” de la violencia sexual a partir de septiembre y que tocó techo a finales de año.
“En enero y febrero (de 2024), vimos un incremento importante con reportes de secuestro y otros tipos de situaciones de inseguridad entre la Ciudad de México y la frontera o entre el centro y sur de México y la frontera norte”, agregó, aunque reconoció que la tendencia “ha empezado a descender un poco” recientemente.
El impacto en la salud mental de los migrantes
MSF también presentó su informe ‘Violencia, desesperación y abandono en la ruta migratoria’ para 2023, en el que reportan 3.817 atenciones relacionadas con la salud mental a migrantes que estaban cruzando Honduras, Guatemala o México.
La mayoría de los casos estuvieron relacionados con el estrés agudo (48 %), seguido de la ansiedad (11 %) y la depresión (12 %) y, principalmente, la causa detonante fue un evento de violencia (51 %).
“Sabemos que estas personas salen de un país por una condición difícil, ya sea por violencia, la pérdida de un familiar (…). Entonces, esto ya trae una base de afectación a estas personas en su salud mental”, detalló Chacón.
A esto se suman las situaciones del tránsito, como “el riesgo o la incertidumbre”, así como el robo de la medicación o los estigmas que persiguen a la salud mental.
“Muchas carencias” políticas
Por otro lado, el jefe de misión adjunto de MSF México, Camilo Vélez, denunció “muchas carencias” en lo que atañe a la respuesta y protección de migrantes por parte de las autoridades.
Reclamó “políticas migratorias que sean seguras”, una “obligación” de los países, pero que, en su opinión, no sucede actualmente.
“Las políticas migratorias existentes son restrictivas e insuficientes, lo que hace que la población no tenga acceso a soluciones”, denunció en relación con los distintos países americanos.
Así, vio el periodo electoral que viven tanto México como Estados Unidos como una oportunidad para que “se arme” un cambio de mentalidad.
“Lo que nosotros pedimos es que se vea la migración como una necesidad, una urgencia médica (…) y que se generen políticas que respeten el asilo de las personas migrantes y, sobre todo, sus derechos”, aseveró Vélez.