Ciudad de México, 13 sep (EFE).- La economía mexicana es prudente y ha mantenido niveles estables, pero “tiene menos espacio fiscal para enfrentar nuevos choques”, advirtió este martes Renzo Merino, analista principal para México de la agencia Moody’s.
“Mantener esa postura de política macro prudente, en adelante, podría ser más complicado si no se abordan en los próximos años ciertas medidas”, comentó el especialista durante el evento “Inside Latam” de la calificadora internacional.
El analista enunció factores que podrían presionar las finanzas públicas, como la mayor inflación en más de 20 años en México, una posible recesión en la economía de su principal socio comercial, Estados Unidos, y un elevado costo de los energéticos que va al alza por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Merino dijo que algunas medidas a considerar por el Gobierno mexicano podrían ser aumentar de manera “estructural o permanente” los ingresos públicos, así como medidas para atender el tema de las pensiones para jubilados.
Añadió que sorprendería que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, impulse una reforma fiscal-tributaria, como había proyectado para mediados de su sexenio (2018-2024), aun con su mayoría en el Congreso mexicano.
Argumentó que las presiones globales y el conflicto que generó una propuesta de cambio así en Colombia limitó este escenario de mayores imposiciones fiscales en Latinoamérica.
Sin embargo, Merino aseguró que el escenario base se mantiene con un crecimiento de 2 % para la economía de México en 2022, con una calificación soberana de Baa2, con perspectiva estable, después de un ajuste a la baja el pasado 8 de julio.
Según los criterios de política económica y fiscal que el Gobierno mexicano presentó la semana pasada, el país crecerá 2,4 % al cierre del año, ligeramente superior que la estimación de Moody’s y en línea con la perspectiva del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El analista de Moody’s sostuvo que el manejo de la economía mexicana también será una “herencia complicada” para la próxima Administración, después de 2024, cuando se vote por el nuevo presidente de México.
Por otro lado, Víctor Gómez, director de Inteligencia de Datos de la Fundación Rafael Dondé, señaló que la historia de crecimiento de la economía mexicana es “decepcionante”.
Aunque dijo que desde un punto de vista de estabilidad fiscal “muestra resiliencia, contrastante con respecto al rendimiento de la actividad económica”.
‘NEARSHORING’ UNA OPORTUNIDAD PARA CRECER
Sin embargo, Merino señaló que México puede generar un mayor crecimiento del 3 % al finalizar 2022, si se resuelven las consultas que iniciaron Estados Unidos y Canadá en julio pasado por las políticas nacionalistas en el sector energético mexicano.
Añadió que esto potenciaría la relocalización de las empresas extranjeras en el territorio mexicano, algo que “ya sucede”, principalmente de Asia, para acceder de manera más directa al mercado más grande del mundo, el estadounidense.
INFLACIÓN Y TASAS DE INTERÉS: UN RIESGO
En tanto, el director ejecutivo de Moody’s México, Carlos Díaz, advirtió que la inflación y el incremento de las tasas de interés del banco central son un “juego peligroso” que puede afectar la economía y reducir el nivel de gasto de las familias mexicanas.
Díaz sostuvo que el entorno económico de México, con una inflación de 8,7 % al cierre de agosto, una tasa de interés de referencia de 8,5 % y un crecimiento de 2 % en la primera mitad del año, “es un efecto tremendo porque afecta los bolsillos de todas las personas y la capacidad de gastar se ve disminuida”.
El presidente del Consejo Administrativo de Moody’s México también señaló que el Gobierno mexicano mantiene sus prioridades en megaobras en el sureste mexicano, como el Tren Maya, la Refinería Olmeca de Dos Bocas, y el Tren Transístmico, así como en programas sociales.
Esto, argumentó, “ocasiona poco margen de maniobra ante un shock externo que puede ser económico”, así como “poca respuesta del Gobierno”.
“Con esa inflación que se ha tenido durante estos últimos meses, los bancos centrales de cada país han tratado de responder para frenar la inflación incrementando las tasas, pero es un juego peligroso”, acotó Díaz.