Washington, 8 feb (EFE).- El senador republicano Mitt Romney le reclamó al congresista George Santos, quien ha mentido sobre su historial personal y profesional, que no debería estar en el Congreso durante una breve confrontación al inicio del discurso presidencial del estado de la Unión en el Congreso.
Después del intercambio, que fue captado por las cámaras, Romney repitió a la prensa que el republicano Santos “no debería estar en el Congreso” y que es muy diferente decir que un currículo se ha “adornado” a decir mentiras.
El breve encuentro entre Romney, de 75 años y quien fuera candidato presidencial republicano en 2012, y Santos, de 34, ocurrió la noche del martes cuando el novato ingresaba a la sala de la Cámara de Representantes para asistir al discurso del presidente Joe Biden.
Más tarde, en su cuenta Twitter, Santos escribió: “Hey @MittRomney, sólo para recordarte que tú JAMÁS serás PRESIDENTE”.
Santos, elegido en noviembre pasado como representante del Distrito 3 de Nueva York, es objeto de averiguaciones por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI) acerca de la financiación de sus campañas y la acusación de que esquilmó a un veterano de guerra.
Asimismo, Santos ha hecho declaraciones sobre sus estudios, su experiencia laboral y su historia familiar que han sido cuestionadas o desmentidas por las instituciones educativas y empresas donde afirma haber estudiado o trabajado.
Santos “es un cachorrito enfermo”, dijo Romney a la prensa cuando abandonaba el recinto legislativo. “No debería haber estado aquí”.
“Él dice que adornó su historial”, continuó el senador. “Mira, adornarlo es cuando dices que tuviste un grado A cuando lo que conseguiste es un A menos. Mentir es cuando dices que te graduaste de una universidad a la cual ni siquiera concurriste”.
Santos, que ha sido repudiado aún por alguno de sus propios correligionarios de Nueva York, logró acomodarse para la sesión legislativa junto al pasillo por donde entraban otros legisladores, dignatarios y el presidente Biden.
“No creo que siguiera él debería estar en el Congreso y ciertamente no en el pasillo tratando de estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y los dignatarios que entraban”, añadió Romney. “Es bochornoso”.