Tapachula (México), 18 oct (EFE).- Migrantes de Venezuela avisaron este martes que planean salir en caravana desde la frontera sur de México, donde han quedado varados por las nuevas restricciones del Gobierno de Estados Unidos, que exige su deportación inmediata a territorio mexicano.
El migrante Jesús Ramos contó a EFE en Tapachula, en la frontera de México con Guatemala, que van a organizar una caravana masiva para que puedan transitar por el país, por lo que esperarán a los migrantes que vienen en Centroamérica para salir juntos.
Los venezolanos estiman que el grupo será de 2.000 a 5.000 personas porque quieren mostrar que están huyendo de una crisis y una dictadura, y buscarán de “cualquier manera” llegar a Estados Unidos o quedarse en México.
Junto a migrantes de Colombia, Haití y Guatemala, los venezolanos ahora duermen en las plazas públicas, donde han instalado casas de campaña, mientras otros usan sabanas, plásticos o cartones para pasar la noche, ya que no saben qué hacer ante los nuevos controles para migrantes venezolanos.
La venezolana Yeli Mar contó que salió de su país con su esposo y dos hijos con la idea de llegar a los Estados Unidos, pero quedaron atrapados en Tapachula desde el acuerdo entre México y Washington de la semana pasada que impide a venezolanos indocumentados llegar por vía terrestre.
“Me vine con mi pareja y mis hijos, estamos durmiendo en la calle y donde nos agarre la noche nos quedamos, porque el dinero que traían lo hemos gastado en el camino”, dijo a EFE.
Al no poder avanzar para los Estados Unidos, buscará un trabajo en Tapachula hasta que tenga oportunidad de avanzar a la frontera norte.
“Ya no podemos regresar a nuestro país porque ya no tenemos nada, lo vendimos todo, utilizamos préstamos y ahora requerimos efectivo para poder permanecer y sostener a nuestros hijos”, expresó.
Su compatriota Jeidy Morantes lamentó estar “a un paso” de Estados Unidos porque no esperaban el anuncio del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, en inglés), que implica 24.000 permisos humanitarios a venezolanos que lleguen por vía aérea, pero la expulsión de quienes atraviesen por México.
Los hechos reflejan el creciente flujo de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que representaron más de 55.000 de los indocumentados encontrados en la frontera de Estados Unidos con México en agosto, un aumento anual de 175 %.