Washington, 13 abr (EFE).- Estados Unidos y México se comprometieron este jueves en Washington a trabajar en conjunto para desmentalar la “cadena de suministros” del fentanilo.
En una reunión en la Casa Blanca, funcionarios mexicano y estadounidenses aseguraron que continuarán sus esfuerzos para acabar con el flujo de la droga sintética y desmantelar al “cartel de Sinaloa y al carterl Jalisco Nueva Generacón en ambos lados de la frontera”, según señaló un comunicado.
Con respecto al consumo de drogas en ambos países, los gobiernos anunciaron que lanzarán una campaña de sensibilización sobre los peligros de este tipo de sustancias y crearán un panel de expertos enfocados en campañas de prevención de sobredosis.
Durante en el encuentro, entre una delegación mexicana encabezada por el canciller mexicano Marcelo Ebrard y representantes de EE.UU. como la asesora de Seguridad Nacional de EE.U., Elizabeth Sherwood-Randall y el fiscal general Merrick Garland, los gobiernos acordaron aumentar la cooperación para combatir el tráfico de armas hacia México.
Esto se llevará a cabo por medio de un programa llamado Operación de Norte a Sur, liderado por EE.UU., que permite la cooperación en investigaciones relacionadas con el tráfico de armas, al igual que aumentar el rastreo y la incautación de armamento en “corredores conocidos de tráfico”.
Esta reunión y la llegada de Ebrard a Washington llega tras semanas de críticas y declaraciones cruzadas con EE.UU. a propósito de la lucha contra el fentanilo.
En un vídeo publicado en su cuenta de Twitter, el diplomático aseguró que el “objetivo principal” de la reunión fue “reducir drásticamente el flujo de precursores químicos” con los que se produce el fentanilo a México y a EE.UU.
Durante las últimas semanas, varias voces de la Administración de Joe Biden han opinado que México debería hacer más en el combate contra el fentanilo y el crimen organizado, mientras la oposición republicana ha ido más allá y desea que se autorice al Ejército a intervenir contra las organizaciones responsables “estén donde estén”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha respondido que la crisis de sobredosis de opiáceos es un tema de salud pública que Estados Unidos debe resolver e incluso ha negado que en su país se fabrique fentanilo, argumentando que esta sustancia llega a Norteamérica desde Asia.