Guadalajara (México), 3 nov (EFE).- La ciudad mexicana de Guadalajara se consolida como una de las capitales LGBT, al ser la primera urbe en América Latina y la primera de habla hispana en ser sede de los Gay Games, considerados el evento deportivo y cultural de la diversidad sexual más grande del mundo.
La urbe, en el occidente de México, se viste de los colores del arcoíris en el inicio de la undécima edición de los juegos, que se inauguran este sábado y reunirán a 4.000 deportistas de la comunidad LGBT de 35 países y que, por primera ocasión, aceptaron la participación de personas heterosexuales en pro de la inclusión.
La ciudad, considerada antes una de las más conservadoras de México, recibe a los Gay Games del 3 al 11 de noviembre en coorganización con Hong Kong, como una estrategia para visibilizar la diversidad sexual y reivindicar sus derechos, afirmó Alejandro Serratos, uno de los impulsores del evento.
“Los Gay Games en Guadalajara son un trampolín para lograr nuestros derechos, para que se siga avanzando y para estar dentro de la agenda prioritaria de nuestro Gobierno”, indicó a EFE el también encargado del programa cultural de los juegos.
Los Gay Games son competencias deportivas en 22 disciplinas similares a los Juegos Olímpicos y se organizan cada 4 años para visibilizar a la comunidad LGBT.
Su inauguración oficial ocurrirá este sábado con el desfile de delegaciones y una ceremonia en el polideportivo metropolitano.
Reivindicar la diversidad sexual en el deporte
Jaime Cobián, fundador de la organización Codise, que defiende la diversidad sexual desde hace cuatro décadas, consideró que tener una competencia internacional de esta índole abona a que las personas vean de manera distinta a la población LGBT.
“Es importante la visibilidad, el apoyo que se está dando, pero lo más importante es que están abonando al cambio cultural, que es el mayor de los problemas. Necesitamos esa sensibilidad para que la sociedad cambie el chip de aceptarnos, de tratarnos con respeto, con inclusión”, expresó en una entrevista con EFE.
Cobián es uno de los primeros activistas LGBT en Guadalajara, donde recordó que en 1991 intentaron que fuera sede del Congreso Internacional de Gays, Lesbianas y Personas Trans, pero hubo expresiones violentas y homófobas de la sociedad y el Gobierno estatal que impidieron su realización.
Por ello, consideró que tener los Gay Games es una “reivindicación” tras ese rechazo y una forma de impulsar los derechos de esta población que aún no están consolidados.
“En muchas partes del país no está todavía muy bien aceptado el darnos u otorgarnos derechos, y los congresos, los ayuntamientos no le han apostado, pese a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha dicho que sus reglamentos atentan contra los derechos humanos de nuestra población y son anticonstitucionales”, expresó.
Una carrera hacia la inclusión
Andrés Treviño Luna, director de Diversidad Sexual en el Gobierno de Jalisco, coorganizador de los juegos, dijo a EFE que albergar los Gay Games es un “acto de reparación histórica” ante la negativa de 1991, pero también una manera de demostrar que es posible avanzar.
“Más de 30 años después estamos por arrancar unos juegos que están impulsados por la sociedad civil, por la iniciativa privada, por el Gobierno del estado y los ayuntamientos y eso habla mucho, nos pone sobre la mesa que sí es posible cambiar el panorama de una ciudad”, indicó.
La legitimación que viene con un evento deportivo internacional para la diversidad sexual es una oportunidad para quitar los prejuicios, consideró Treviño Luna.
“Es una forma de hacernos visibles a través de nuestro talento, nuestra creatividad, de que somos personas sanas que contribuyen a la ciudad. Es un mensaje importante para que esta nueva generación pueda crecer en un entorno en el que su orientación sexual o identidad de género no determine ningún aspecto de su futuro”, declaró.
La apuesta cultural
La edición 11 de los Gay Games, retrasada por la pandemia de covid-19, ocurre por primera ocasión en un país hispanohablante y en una ciudad latinoamericana, desde sus inicios en 1982.
Además de las actividades deportivas, que ya comenzaron, habrá un programa cultural con expresiones artísticas de la comunidad, explicó Serratos.
El epicentro será la llamada “Villa paraísa”, que albergará talleres de salud, VIH y sexualidad, y cuyas actividades se extenderán a otros recintos para tener pasarelas de moda, exposiciones de arte beneficio, teatro y música, además de dos galas de exhibición.
Serratos adelantó que este evento es un paso para que Guadalajara sea la sede del World Pride, la fiesta del orgullo más grande del mundo, en 2029, además del Congreso Internacional de VIH SIDA para 2026, para el que ya está entre los finalistas.