Ciudad de México, 23 may (EFE).- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó este viernes que la decisión de los Estados Unidos de reforzar la seguridad en su frontera sur, al designar ciertas zonas como áreas de defensa nacional, haya sido un acuerdo con su homólogo Donald Trump para frenar la migración.

“Nosotros no vamos a hacer un acuerdo de ese tipo. Ellos tienen derecho a hacer en su país lo que determinen. Nosotros también tenemos derecho a decir que no estamos de acuerdo”, señaló la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.

La gobernante mexicana se refirió así a la decisión del Gobierno de Estados Unidos, que a principios de mes anunció la creación de una segunda zona militar restringida en la frontera con México.
En concreto, el Pentágono anunció que tomaría control sobre una estrecha franja de terreno a lo largo de la frontera, con una extensión de más de 100 kilómetros, y pasará a formar parte de la base de Fort Bliss, cerca a El Paso.
El jueves, la embajada de los Estados Unidos en México advirtió a los migrantes que cualquier persona “no autorizada” que ingrese a ciertas zonas de la frontera sur de ese país será objeto de “multa, arresto, enjuiciamiento y encarcelamiento”.
En ese sentido, Sheinbaum expresó su desacuerdo y recordó que la migración es un tema social “fundamentalmente”, por lo que insistió que atender esta problemática requiere de cooperación para el desarrollo.
“Nosotros tenemos derecho a decir que no estamos de acuerdo, pero ellos han tomado esa decisión de poner más presencia militar en su frontera sur para evitar la migración. Nosotros creemos que la orientación debe ser distinta y lo planteamos siempre, pero de ninguna manera nosotros, imagínense, vamos a acordar una cosa así”, enfatizó.
La toma de control de partes de la frontera sur por el Ejército de Estados Unidos se suma a la cada vez mayor presencia del Pentágono en la gestión de los organismos de migración.
El número de personas detenidas cruzando de manera irregular la frontera sur de EE.UU. se ha desplomado desde que el republicano llegó a la Casa Blanca, con menos de 30.000 arrestos en el mes de febrero, en comparación con los 124.000 que se registraron en diciembre, mientras el expresidente Joe Biden seguía en el poder.
Desde su llegada a poder, Donald Trump ha militarizado la frontera, ha ordenado redadas en varios puntos del país, ha revocado beneficios migratorios para varias nacionalidades y ha conseguido que México despliegue 10.000 elementos de su Guardia Nacional para controlar el flujo de drogas y personas.