Ciudad de México, 5 jun (EFE).- La Cancillería mexicana manifestó este jueves su firme “desacuerdo” al fallo emitido por la Suprema Corte de Estados Unidos, que desestima la demanda interpuesta por el Gobierno mexicano contra fabricantes de armas por su presunta responsabilidad en el tráfico ilícito de armamento hacia territorio nacional.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores expresa con firmeza su desacuerdo con la decisión emitida por la Suprema Corte de los EE.UU. y continuará haciendo lo que esté a su alcance para frenar el tráfico ilícito de armas, agotando todos los recursos legales y diplomáticos disponibles”, apuntó la dependencia del Gobierno mexicano.
El máximo tribunal estadounidense sostuvo que la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas (PLCAA, por sus siglas en inglés) otorga inmunidad a los fabricantes, al no haberse probado que “ayudaran y facilitaran” el tráfico ilegal.
No obstante, la Cancillería mexicana enfatizó en un comunicado que la Corte no se pronunció sobre el segundo argumento presentado por los abogados de México, relacionado con la proximidad del daño causado por el uso de estas armas.
Además, advirtió que esta decisión revoca una resolución previa de la Corte de Apelaciones del Primer Circuito que había admitido la demanda presentada en 2021 en un tribunal de Boston, Massachusetts.
Ese tribunal había considerado, previamente, que México había argumentado de “manera suficiente” que “los demandados ayudaron e instigaron el tráfico ilegal de sus armas” hacia el país.
Durante su habitual conferencia de prensa en el Palacio Nacional, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, aclaró que el proceso judicial aún no ha terminado y destacó que se mantienen vías abiertas.
“Son dos juicios, vamos a ver cuál es el resultado y les informamos”, dijo.
La segunda demanda, presentada por México en 2022 en un tribunal de Tucson, Arizona, contra cinco tiendas distribuidoras de armas, continúa en curso y actualmente se encuentra en la etapa de producción de evidencia.
Ambos litigios han contribuido a posicionar en la agenda internacional el impacto del flujo ilegal de armas hacia México, que vive una ola de violencia, promoviendo discusiones en foros multilaterales, como la resolución 2616 del Consejo de Seguridad de la ONU en 2021 y la futura opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el tema.