Washington, 7 jul (EFE).- Mercedes-Benz se convirtió este viernes en el último fabricante de automóviles en adoptar el sistema de cargador de vehículos eléctricos de Tesla, lo que añade más presión para que el llamado North American Charging Standard (NACS) se convierta en el estándar para Norteamérica.
Tras el acuerdo anunciado este viernes, los propietarios de vehículos eléctricos del fabricante alemán podrán utilizar la red de Supercargadores de Tesla en Norteamérica a partir de 2024, utilizando un adaptador que permite la conexión al puerto de carga.
Y a partir de 2025, Mercedes-Benz producirá sus vehículos con el puerto NACS de Tesla, dijo la compañía en un comunicado.
Tesla cuenta en Norteamérica con una red de alrededor de 12.000 cargadores rápidos para vehículos eléctricos, más que ninguno de sus rivales. Estos Supercargadores permiten añadir en 15 minutos la suficiente electricidad como para recorrer 320 kilómetros.
Ford, General Motors, Rivian y Volvo también han anunciado acuerdos similares para adoptar NACS como el puerto de carga de sus vehículos.
Hasta ahora, la mayoría de los fabricantes de automóviles, excepto Tesla, habían optado por utilizar el puerto de carga conocido como Combined Charging System (CCS).
Pero a medida que los fabricantes tradicionales de vehículos incrementan sus ventas de automóviles eléctricos, y ante las dificultades para ampliar rápidamente sus propias redes de cargadores rápidos, los Supercargadores de Tesla y NACS se han convertido en la opción preferida del sector.
Mercedes-Benz señaló que a pesar del acuerdo para adoptar NACS y utilizar la red de Supercargadores de Tesla continuará con sus planes para desarrollar su High-Power Charging Network, para la que instalará más de 2.500 cargadores rápidos en Norteamérica para finales de está década.
Para Tesla, la utilización de su red de Supercargadores supondrá una fuente de ingresos significativa.
El banco de inversiones Piper Sandler estima que el uso de la red por parte de otros fabricantes de automóviles le reportará a Tesla unos ingresos anuales de 3.000 millones de dólares en 2030 y de 5.200 millones de dólares en 2035.