Los Ángeles (EE.UU.), 17 oct (EFE).- Cientos de personas continúan siendo evacuadas por avión este viernes de comunidades del oeste de Alaska después de una serie de tormentas causadas por un tifón que devastaron localidades enteras, lo que obligó al Gobierno estatal a solicitar al Ejecutivo estadounidense una declaración de emergencia para obtener recursos.

Comunidades enteras en el delta de los ríos Yukón y Kuskokwim fueron azotadas entre el 9 y el 13 de octubre por fuertes vientos que superaron los 160 kilómetros por hora y una gran cantidad de agua dejada por los remanentes del tifón Halong, que se originó en el norte del mar de Filipinas el 5 de octubre.
La marejada ciclónica golpeó con mayor impacto la costa oeste del estado el lunes pasado, lo que dejó cerca de dos metros de agua en algunas zonas.
Casi 50 comunidades fueron afectadas, la mayoría de ellas tribales, ubicadas en lugares remotos y de difícil acceso. La Guardia Nacional de Alaska ha tenido que evacuar a cientos de residentes por avión.
Al menos 600 personas tuvieron que ser llevadas a Anchorage, capital de Alaska, después de que los refugios más cercanos a la devastación no tuvieran capacidad, lo que ha se ha considerado una de las evacuaciones más grandes del estado en su reciente historia.
El gobernador de Alaska, el republicano Mike Dunleavy, emitió una declaración estatal de desastre, movilizando recursos estatales adicionales de emergencia y este jueves solicitó al Gobierno del presidente Donald Trump que declare una emergencia y traslade fondos federales para atender la evacuación.
La Casa Blanca no se ha pronunciado, por lo que los senadores de Alaska, los republicanos Lisa Murkowski y Dan Sullivan, y el congresista Nick Begich enviaron este viernes una carta instando al mandatario a aprobar la solicitud del gobernador Dunleavy.
En la misiva, los legisladores advirtieron que de acuerdo a los informes preliminares la devastación en algunas zonas supera los impactos del tifón Merbok en 2022, que afectó más de 2.100 kilómetros de la costa de Alaska y arrasó a más de 35 comunidades remotas.
Recalcaron que las tormentas devastaron muchas de estas comunidades que aún no habían completado la reconstrucción ni recibido asistencia completa por la emergencia dejada por Merbok, en la que se perdió el equivalente a un año de alimentos.
Los senadores advirtieron que las tormentas dejadas por el tifón Halong causaron graves daños a viviendas, negocios, bienes personales, servicios públicos, instalaciones de almacenamiento de combustible, pistas de aterrizaje y otras infraestructuras críticas en numerosas localidades, especialmente en la región del delta del Yukón y Kuskokwim.