Washington, 3 jul (EFE).- La aprobación en el Congreso estadounidense del plan fiscal y presupuestario impulsado por el presidente, Donald Trump, se ha encontrado con la oposición en las filas republicanas de solo dos legisladores, Thomas Massie y Brian Fitzpatrick, que resistieron a la presión del mandatario para desmarcarse de la mayoría.
El bautizado como “gran y hermoso” proyecto de ley fue respaldado en su votación final en la Cámara Baja por 218 legisladores republicanos y recibió el rechazo de los 212 demócratas y de esos dos rebeldes republicanos, representantes respectivamente de Kentucky y de Pensilvania.
Massie, un graduado del MIT defensor de la responsabilidad fiscal
El legislador, de 54 años y originario de Huntington, en Virginia Occidental, inició su labor en el Congreso en 2012. En la Cámara Baja, donde este jueves se puso en el punto de mira al dar su “no” al proyecto fiscal, participa en el Comité de Transporte e Infraestructura y en el Judicial.
Se graduó en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Ingeniería Eléctrica, con un máster en Ingeniería Mecánica, y según su propia biografía el hardware y software que desarrolló entonces se sigue utilizando en el diseño de automóviles, joyería e incluso prótesis dentales.
Casado con su novia del instituto, Rhonda, con la que tiene cuatro hijos, como congresista ha destacado por su frecuente voto en contra al incremento del techo de la deuda o a los paquetes de ayuda extranjera precisamente por su impacto en las arcas públicas.
Este último movimiento no llegó como una sorpresa: en Instagram se había pronunciado contra la medida argumentando que iba a incrementar la deuda federal en 20 billones en los próximos 10 años, unos 17 millones más que los cálculos oficiales.
Esa negativa le había hecho atraer la atención de Trump, que había considerado que Massie “no entiende el gobierno”, le había criticado por “grandilocuente” y había solicitado que le echaran del puesto.
Fitzpatrick, representante del ala moderada republicana
El otro voto negativo lo emitió Fitzpatrick, que ocupa un escaño por Pensilvania desde 2017 y al que se le considera del ala moderada del Partido Republicano.
Este antiguo agente especial del FBI se opuso al paquete fiscal y presupuestario de Trump por preocupaciones sobre el impacto del recorte en programas sociales, como el plan de salud Medicaid, y en las energías renovables.
Antes de que el Senado aprobara el presupuesto el martes, el congresista había enviado una carta a los legisladores de esa cámara en la que les instaba a modificar el proyecto para evitar que se pusieran en riesgo las inversiones en energías limpias.
“Una política energética sólida no es solo una cuestión económica, sino de fuerza nacional. Sin estas mejoras clave, corremos el riesgo de marginar a los trabajadores estadounidenses, frenar la innovación en energías limpias y perder nuestra ventaja competitiva”, declaró
Fitzpatrick fue el único republicano que mantuvo su voto negativo durante una votación de procedimiento para llevar la ley de presupuestos al pleno de la Cámara, a pesar de los intentos del presidente de la institución, el republicano Mike Johnson, para que modificar el sentido de su voto. EFE
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