Llegó a Estados Unidos en 2007, procedente de Colombia, pero en 2021 se mudó a Jacksonville y creó, junto a su esposo, la organización sin fines de lucro “A Grain of Joy”, que envía ayuda a varios países.
Yajaira Machado | [email protected]
Fotos crédito: Álvaro Barrera
Su historia es un testimonio de fe, entrega y compasión, demostrando que una persona con determinación y amor por los demás puede generar un cambio significativo en el mundo.
Durante este Mes de la Mujer, destacamos la vida de Marcela Vives, una colombiana cuya pasión por el servicio ha impactado a miles de personas en necesidad a lo largo de Latinoamérica.
DESTINO
Llegó a Estados Unidos en 2007 junto a su hijo mayor, estableciéndose en Orlando, Florida, donde su hermana residía. En el año 2021, por razones laborales de su esposo y en medio de la pandemia del COVID-19, la familia se trasladó a Jacksonville.
A raíz de ese cambio de ciudad, nació la organización sin fines de lucro “A Grain of Joy”, un sueño puesto por Dios en el corazón de Marcela y su esposo Jairo.
“Nosotros siempre hemos sentido que somos millonarios en este país, lo tenemos todo y cuando miramos a nuestros países, vemos tanta necesidad,” comentó Marcela.
MISIÓN
El proyecto comenzó en octubre de 2022, enviando cuatro cajas con artículos de primera necesidad a comunidades en situación vulnerable. Con el apoyo de su iglesia y grupos de estudio bíblico, la iniciativa creció rápidamente.
En dos años de servicio, “A Grain of Joy” ha movilizado a voluntarios, iglesias y organizaciones, permitiendo que el alcance del proyecto se expanda exponencialmente.
“Había noches en las que veía mi sala llena de donaciones y me preguntaba: ‘Dios mío, ¿para qué hago esto?’ Pero luego llegaban los videos de los niños abriendo las cajas, familias enteras sin cepillos de dientes o sin comida. Ahí entendí que cada sacrificio vale la pena”, dijo Marcela, al recordar los momentos difíciles en los que se preguntaba si valía la pena tanto esfuerzo.
IMPACTO
Actualmente, “A Grain of Joy” colabora con misioneros e iglesias en cuatro países: Colombia, Venezuela, Cuba y Filipinas. Además de los artículos esenciales, cada caja contiene Nuevos Testamentos, llevando esperanza espiritual a las comunidades atendidas.
Sólo en 2024, la organización envió 126 cajas; en general, han impactado a más de 10,000 personas, distribuyendo aproximadamente 1,800 Nuevos Testamentos.
VESTIDOS
Uno de los proyectos más emotivos para ella ha sido la colaboración con la fundación “Dress a Girl Around the World”, que confecciona vestidos para niñas en extrema pobreza.
“Cuando me invitaron a participar, sentí que era una confirmación de Dios. Aprendí a coser y ahora hago vestidos para niñas que no tienen nada”, dijo Marcela.
El sueño de Marcela y su equipo, que también conforma una pareja que reside en Texas, es seguir creciendo tanto en cantidad como en calidad. “Enviamos cajas tres veces al año, pero en 15 días todo se acaba. Queremos mandar más, bendecir más iglesias, más familias”.
RESPALDO
“Dios nos dio un corazón dispuesto a ayudar y bendecir. Toda mujer puede impactar vidas, no importa cómo, lo importante es hacer algo”, dijo Marcela.
Con el respaldo incondicional de su esposo Jairo y sus dos hijos menores, nuestra protagonista indicó que seguirá adelante con su misión, recordándonos que el amor y el servicio son fuerzas capaces de transformar el mundo.