Miami, 19 mar (EFE).- Organizaciones del exilio cubano en Miami y el alcalde de esta ciudad expresaron este domingo su rechazo a la participación de la selección cubana en el Clásico Mundial de Béisbol, cuyas semifinales y final se disputarán en esta ciudad del sur de Florida, porque lo harán a nombre de “un régimen represor”.
“Nuestra lucha no es contra los peloteros, nuestra lucha es contra el régimen que esclaviza a todos los cubanos. Convocamos a los peloteros a expresar solidaridad con ese pueblo que está perseguido, reprimido y encarcelado”, señaló Orlando Gutiérrez, de la Asamblea de la Resistencia Cubana, durante una rueda de prensa celebrada este domingo en los exteriores del estadio loanDepot Park.
En ese recinto ubicado en el barrio de La Pequeña Habana, casa del equipo de la Major League Baseball (MLB) Miami Marlins, las selecciones de Cuba y Estados Unidos disputarán esta noche una de las dos semifinales de este torneo, en la que será la primera vez desde 2006 que la isla caribeña dispute esta instancia.
Lo hará en medio de la controversia, debido a que por primera vez en la historia de esta competición Cuba ha permitido que jugadores profesionales de la MLB vistan la camiseta de la selección, a lo que han accedido entre otros Luis Robert y Yoán Moncada, de los Medias Blancas de Chicago, y Andy Ibáñez, de los Tigres de Detroit.
La oposición de grupos del exilio no se hizo esperar en vista de que, como denunciaron hoy, ese deporte, como las artes y otras disciplinas, es usada por el Gobierno cubano con fines políticos y propagandísticos.
“Ojalá viviéramos en un mundo en el que todos los cubanos pudiéramos alentar unidos a Cuba”, se lamentó Gutiérrez, quien recordó a los presos políticos que mantiene la “tiranía salvaje” que gobierna Cuba.
“Esperamos que la dictadura castrista sea derrotada en ese terreno de juego”, manifestó a su turno el opositor y expreso político Jorge Luis García Pérez, ‘Antúnez’, quien reveló que después del quinto ‘inning’ del juego de hoy, los cubanos presentes en el estadio se pondrán de pie en señal de protesta.
‘Antúnez’ reconoció que no puede aplaudir a esos “peloteros”, que jugarán este domingo porque “representan a esa dictadura mal llamada revolución”, mientras que la exiliada Silvia Iriondo señaló que hoy en día “Cuba no es solo la que controlan a los ciudadanos sino también al equipo de pelota”.
“Cuba hoy es más que un equipo de peloteros. Cuba es hoy un infierno para millones de cubanos”, señaló Iriondo durante la conferencia de prensa.
IGUALDAD EN LA POBREZA Y MISERIA
El alcalde de Miami, Francis Suárez, informó en la rueda que el equipo de los Marlins ha dado autorización para que los aficionados que lo deseen ingresen al estadio con pancartas, banderas cubanas y camisetas que llevan la inscripción “Patria y vida”, el eslogan de las protestas de 2021 contra el Gobierno cubano.
El grupo Movimiento Democracia ha convocado por su parte a una concentración previo al arranque del partido en los exteriores del estadio, donde se prevé también una demostración de la organización Vigilia Mambisa, que ya el sábado realizó una protesta bajo el grito de “peloteros castristas fuera de Miami”.
“Para mí esto es mucho más grande que Cuba, tiene que ver con el virus del socialismo y del comunismo, que es un engaño”, dijo el alcalde Suárez, que se mostró preocupado por la cada vez mayor “involucración” de China en el hemisferio occidental.
Dijo que el partido de hoy es una buena oportunidad para comparar por un lado la libertad como un derecho fundamental en Estados Unidos, mientras que en Cuba “la gente no puede expresarse libremente” por culpa de una “falsa ideología” que promete igualdad.
“La única igualdad qué hay (en Cuba) es la de pobreza y miseria”, aseveró el alcalde, quien ha dejado entrever que sopesa presentarse a las primarias republicanas para elegir al candidato en las elecciones de 2024.
A su turno, el comisionado de la ciudad de Miami Manolo Reyes señaló que los medios e instituciones que en los últimos días han pedido no mezclar deporte y política extiendan ese reclamo a Cuba, donde “todo está politizado, desde el deporte y la cultura hasta la educación”.