Los Ángeles (EE.UU.), 15 oct (EFE).- Con el reto de lograr su quinto anillo en los últimos nueve años, los Golden State Warriors, actuales campeones de la NBA, parten como el rival a batir en una Conferencia Oeste repleta de peligros y amenazas en cada esquina.
Los irreverentes Memphis Grizzlies, los temibles -y ya sanos- Los Angeles Clippers, los heridos Phoenix Suns de Chris Paul y Devin Booker, los pujantes Dallas Mavericks de Luka Doncic y los altísimos Minnesota Timberwolves son algunos de los candidatos destacados de un Oeste que tiene como gran incógnita a Los Angeles Lakers de LeBron James.
LA DINASTÍA DE LA BAHÍA QUIERE MÁS
Tras tumbar a los Boston Celtics en las Finales de la NBA (4-2), los siempre hambrientos y voraces Warriors de Stephen Curry y Klay Thompson buscarán un nuevo anillo tras un verano en el que han mantenido el bloque pese a que han salido piezas clave del año pasado.
Por ejemplo, Gary Payton II y Otto Porter Jr. han dejado Golden State pero Steve Kerr conserva en su exuberante equipo a Jordan Poole, Andrew Wiggins, Kevon Looney y Jonathan Kuminga, ha recuperado para la causa a James Wiseman y ha fichado a algunos nombres interesantes como Donte DiVincenzo.
Pero el gran protagonista de las últimas semanas ha sido Draymond Green, que tiene todos los focos sobre él después del puñetazo a Poole en un entrenamiento que acabó sin sanción pero que agitó las aguas casi siempre calmadas y felices de la Bahía de San Francisco.
JÓVENES CON GANAS DE MARCHA
Si hubiera un premio al jugador más excitante de la NBA, el año pasado se lo habría llevado con todo merecimiento Ja Morant, el terremoto de unos Memphis Grizzlies que este año aspiran a dar el salto definitivo.
Con Jaren Jackson Jr. como sostén interior y Desmond Bane como agitador en el exterior, los Grizzlies de Morant, en los que el español Santi Aldama apunta a tener un papel más importante, tratarán de superar a unos Warriors que les eliminaron el año pasado y con los que ya tienen una rivalidad muy intensa.
Otro joven con ganas de comerse el mundo es Luka Doncic, que después de conducir a sus muy meritorios Dallas Mavericks a la final del Oeste comienza este curso, según una encuesta anónima de la NBA a los mánagers generales de todas las franquicias, como el favorito para ganar el MVP.
El base esloveno, que solo tiene 23 años pese a que parece que lleva una vida triunfando en la NBA, ha perdido a un escudero excelente como Jalen Brunson pero tendrá refuerzos extra en la pintura con Christian Wood y JaVale McGee.
VETERANOS CON CUENTAS PENDIENTES
Fueron el mejor equipo de la pasada temporada regular, pero los Phoenix Suns se estrellaron en los playoffs con una derrota humillante ante los Dallas Mavericks y afrontan ahora un curso en el que se juegan el futuro de este proyecto antes de que empiecen a sonar los cantos de reconstrucción de la franquicia.
Siguen Paul y Booker en unos Suns que, pese a un culebrón bastante difícil de entender, también se quedaron finalmente con un Deandre Ayton muy criticado por sus actuaciones en los partidos importantes y los playoffs.
También en el capítulo de equipos sobradamente experimentados aparecen Los Angeles Clippers, que, por fin con Kawhi Leonard y Paul George fuera de la enfermería, ya no tienen excusas para no ser un rival con mayúsculas en el Oeste.
Los Clippers han fichado a un John Wall inédito con los Houston Rockets el año pasado, pero su mayor triunfo este verano ha sido retener a la mayoría de una plantilla que, sobre el papel, es una de las más poderosas de la liga (Norman Powell, Reggie Jackson, Nico Batum, Marcus Morris, Robert Covington, Ivica Zubac, etc.).
INCÓGNITAS MUY SABROSAS
Nikola Jokic se ha paseado por las canchas de toda la NBA en las dos últimas temporadas (dos MVP seguidos para el inigualable pívot serbio), pero este año sus Denver Nuggets contarán además con los ya recuperados Jamal Murray y Michael Porter Jr. para intentar colarse entre los favoritos del Oeste.
Otros que también han encontrado alivio en el parte médico son los New Orleans Pelicans del español Willy Hernangómez, en los que Zion Williamson debería ser la guinda a un conjunto muy prometedor con Brandon Ingram, CJ McCollum y Jonas Valanciunas.
Por su parte, los Minnesota Timberwolves, en lugar de consolidar paso a paso el ilusionante proyecto del año pasado en torno a talentazos como Anthony Edwards, han tirado la casa por la ventana con un ‘all-in’ al fichar a Rudy Gobert para formar un imponente -pero incierto- par de torres en la pintura con Karl-Anthony Towns.
Pero ninguna incógnita en el Oeste -ni en la NBA- supera al asombroso misterio de Los Angeles Lakers.
Después de su enorme fracaso el año pasado al quedarse fuera del ‘play-in’, los Lakers no han traspasado a Russell Westbrook y siguen teniendo preocupantes interrogantes en cuanto a los acompañantes de Anthony Davis y LeBron James, quien abordará su vigésima temporada en la NBA.
David Villafranca