Tucson (AZ), 9 may (EFE).- Los “Ubers”, unos nuevos “coyotes” jóvenes con ciudadanía estadounidense que reciben indocumentados en la frontera de EE.UU. y México bajo la promesa de dinero “fácil y rápido”, son una nueva amenaza para migrantes indocumentados que muchas veces terminan en persecuciones policiacas y la muerte.
Grupos criminales han encontrado en la tecnología un arma para reclutar a través de las redes sociales a estos jóvenes, especialmente menores de 21 años de edad, que ni siquiera han terminado la secundaria.
“Desafortunadamente esto es algo que estamos viendo con más frecuencia en la frontera”, dijo a Efe Ray Rede, agente especial de la Oficina de Investigación de Seguridad Nacional (ASAC, en inglés) de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en la frontera de Arizona.
Los migrantes cruzan la frontera de manera irregular y son llevados por un “guía” hasta un punto donde estos nuevos traficantes de humanos los esperan en sus vehículos para transportarlos.
Conocidos popularmente como “Ubers”, estos conductores caen en la trampa de los criminales al creer que por ser estadounidenses y en varios casos menores de edad no enfrentarán cargos si son detenidos por las autoridades.
Además, cada vez son más frecuentes en la frontera las persecuciones a altas velocidades de estos coyotes que terminan en accidentes mortales.
DE COYOTES A HOMICIDAS
Kevin Ávila, de 18 años y residente de la ciudad de Phoenix (Arizona), enfrenta cargos de homicidio y asalto agravado entre otros.
Ávila fue identificado como el conductor de una camioneta que el pasado 21 de abril chocó contra un camión en la Interestatal 10 al norte de Tucson cuando transportaba nueve migrantes.
Tres de los migrantes murieron tras el aparatoso accidente.
“A medida que aumenta el flujo de migrantes, estamos viendo que los grupos organizados están tratando cada vez más de reclutar conductores de este lado de los Estados Unidos”, dijo Rede.
Estos jóvenes conducen camiones, camionetas, carros deportivos y tienden a manejar más rápido sin medir las consecuencias, y huir de las autoridades cuando son detectados.
Reciben un pago que puede ser de entre 400 a 600 dólares por cada migrante que logran transportar desde la frontera a ciudades cercanas como Phoenix.
Algunos de ellos utilizan sus propios vehículos, los de algún familiar o inclusive se han dado casos donde los traficantes están rentando autos para transportar a los migrantes.
VÍCTIMAS, MIGRANTES Y CIUDADANOS
Se trata de un fenómeno fronterizo. En Nuevo México, en el área de Sunland Park, las autoridades también han comenzado a notar un aumento de los “Ubers”.
En el 2021, un menor de 14 años tratado de escapar de las autoridades se estrelló contra de una camioneta de la Patrulla Fronteriza.
De acuerdo con cifras de la Oficina de la Fiscalía del condado fronterizo de Las Cruces (Nuevo México), en lo que va del año se han reportado cuatro casos de jóvenes arrestados por transportar migrantes.
En 2021 esta oficina solo reportó seis casos similares.
En Texas, los diversos departamentos policiacos en la frontera reportan casi diariamente casos de vehículos que huyen de las autoridades cuando tratan de detenerlos.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Pública de Texas, el pasado 5 de marzo un joven de 16 años fue detenido después que tratara de evadir a las autoridades cerca de la población fronteriza de La Joya.
El menor, que transportaba seis migrantes indocumentados, impactó tres autos al tratar de huir.
“Hay personas que están saliendo heridas, especialmente personas inocentes”, dijo a Efe Andy Harvey, jefe de policía de Pharr, en Texas.
Harvey puso como ejemplo el caso de un joven de 18 años, quien el pasado diciembre fue arrestado después que chocara contra otro auto matando a una madre y a su hija.
El joven identificado como Esteban Cantu, transportaba a seis migrantes indocumentados cuando trató de evitar ser detenido por la Patrulla Fronteriza.
Cantu enfrenta dos cargos de asesinato por la muerte de Carmen Huerta Sosa, de 59 años, y su hija, Viridiana Charon Lloyd, de 22, y seis por tráfico humano, entre otros.
En el hecho también resultaron heridos los seis migrantes.
La oficina de ASAC junto con departamentos policiacos locales son los encargados de investigar estos casos de tráfico humano.
“Ahora no solo estamos hablando de violaciones a las leyes de inmigración, sino de que se está poniendo en peligro las vidas de otros, lo que lo convierte en un problema de seguridad pública”, dijo Rede.
Advirtió de que estos jóvenes no solo estarán enfrentando cargos federales, sino también estatales por lo que tienen que pensar muy bien las consecuencias de sus actos.
El gobierno federal está pidiendo a los padres de familia que estén alertas y tratan de hablar con sus hijos sobre las consecuencias de involucrarse con el crimen organizado.