Washington, 8 nov (EFE).- Todos los centros electorales estadounidenses se encuentran ya abiertos y los 331,5 millones de personas en edad de votar están pudiendo acudir a las urnas para elegir la renovación del Congreso.
En un país con nueve husos horarios, el estado oriental de Vermont ha sido el primero en abrir sus centros, mientras que los estados de la costa Oeste han sido los últimos.
Los primeros centros electorales que cerrarán serán los de Indiana y Kentucky a las seis de la tarde hora local en esos estados (23.00 GMT).
La jornada transcurre sin incidencias en unas elecciones en las que más de 10.000 funcionarios electorales velan por su integridad, según cifras oficiales.
A las urnas están acudiendo miles de ciudadanos, así como algunos de los candidatos, entre ellos los de Pensilvania, uno de los estados clave.
El demócrata John Fetterman votó en una iglesia en Braddock, mientras que el candidato republicano al senado, Mehmet Oz, votó a primera hora en el condado de Montgomery.
“Pensilvania está enviando un mensaje muy claro a Washington: queremos menos radicalismo y más equilibrio. Así que animo a todos a votar. Es tu deber”, apuntó este último a la prensa.
Con su voto, los estadounidenses decidirán la renovación de gran parte de las dos cámaras del Congreso: los 435 escaños que forman la Cámara de Representantes (donde los diputados cumplen un mandato de dos años) y 35 de los 100 puestos del Senado (donde el puesto es de seis años y la fecha de su elección varía).
Además, están en juego las gobernaciones de 36 estados y multitud de cargos estatales y locales, como por ejemplo las Secretarías de Estado.
Hasta ahora los Demócratas ostentan la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que el Senado cuentan con una mayoría mínima con la mitad de los senadores y el desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris.
Puesto que en Estados Unidos no existe una autoridad electoral central y las Secretarías de Estado de cada uno de los 50 estados del país son responsables del recuento de votos, los resultados pueden tardar días en conocerse.
Así, tras los cierres de los centros de votación solo se estimarán los ganadores en función de las predicciones de los grandes medios de comunicación y sus sondeos a pie de urna.