Ciudad de México, 13 oct (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este jueves que su Gobierno esté “militarizando” al país pese a la polémica reforma aprobada en la Cámara de Diputados para mantener a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028.
“No es militarizar, que no quieran los autoritarios ahora pasar como defensores de derechos humanos. ¿Qué hicieron los conservadores con el Ejército? Utilizarlo para reprimir sin fundamento constitucional”, manifestó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
Sus declaraciones se producen horas después de que la Cámara de Diputados aprobó, con 339 votos favor, 155 en contra y dos abstenciones, una reforma constitucional para que las Fuerzas Armadas realicen tareas de seguridad pública hasta 2028.
La iniciativa, que pasó con los votos de la alianza oficialista y partidos de oposición, ahora necesita avalarse en la mayoría de los 32 congresos locales por ser de carácter constitucional.
El presidente López Obrador respaldó la reforma del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el argumento que fortalecerá a la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que él creó en 2019 con la promesa de mantenerlo civil, pero que el mes pasado trasladó al Ejército.
“Aprovecho para agradecerle a los legisladores porque ya se aprobó el que la Guardia Nacional sea apoyada por la Secretaría de la Defensa y por la Secretaría de Marina, que continúe siendo apoyada y que se fortalezca la Guardia Nacional”, comentó ahora.
El mandatario desestimó las críticas de opositores y defensores de derechos humanos, quienes han alertado sobre el creciente poder de las Fuerzas Armadas, que en México han estado involucradas en ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.
El presidente argumentó que en los gobiernos anteriores “de manera ilegal usaban al Ejército, a la Marina, para labores de seguridad pública y, además, sin respeto a los derechos humanos”.
“Son unos reverendos hipócritas. Y ahora que se hace una reforma constitucional y que se pone el acento en la defensa de los derechos humanos, ahora se rasgan las vestiduras”, acusó.
La Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas han sido la principal apuesta del actual Gobierno para pacificar México, que registró 33.308 homicidios en 2021 tras los dos años más violentos de su historia, bajo el mandato de López Obrador, con 34.690 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020.
Pese a su estrategia, López Obrador reconoció que “se tiene que apoyar a los gobiernos estatales y municipales para que sus policías garanticen la seguridad pública”.