Ciudad de México, 7 sep (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inicia el viernes una gira por Colombia y Chile, un viaje con el que busca difundir su mensaje de integración en Latinoamérica, una región que padece divisiones, incluyendo las que ha propiciado el propio mandatario mexicano.
“López Obrador pretende llevar una imagen de liderazgo regional y de unión latinoamericana a estos países, pero hay cuestiones de política exterior que dividen a los presidentes, aunque se identifiquen con la izquierda. Además, está el ascenso de la derecha”, apunta William Jensen, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).
López Obrador se reunirá este viernes en Cali con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, con quien además participará el sábado en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas.
Después partirá a Santiago de Chile, allí conversará el domingo con el mandatario, Gabriel Boric, y participará el lunes en el 50 aniversario luctuoso del presidente Salvador Allende (1970-1973), cuya muerte el mandatario mexicano asegura que fue un “asesinato” aunque oficialmente se considera como causa el suicidio.
El viaje llama la atención porque es apenas la sexta gira que realiza durante sus casi cinco años de mandato, en los que solo ha ido cuatro veces a Estados Unidos y una a Centroamérica y Cuba, en mayo de 2022.
Con su visita, López Orador busca estrechar lazos con mandatarios “afines” a su visión en la región, considera José Joel Peña, académico experto en política exterior mexicana en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La gira se debe en principio a la afinidad ideológica que existe entre los tres mandatarios. Aún cuando cada uno ha implementado políticas públicas diferentes, existe coincidencia en temas medulares como la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas y la migración irregular”, expone.
Además de la canciller, Alicia Bárcena, López Obrador viajará en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana con el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y el secretario de Marina, José Rafael Ojeda.
Por ello, el profesor Peña sugiere que “todo indica que la intención es proponer que se recurra a las fuerzas militares para detener el tráfico ilícito de drogas”.
¿UNIDAD REGIONAL?
El presidente mexicano insistió en su rueda de prensa matutina que él busca “siempre la integración de todo el continente”, pero en la misma conferencia reveló que en el viaje evadirá el espacio aéreo de Perú para evitar una “majadería” del Gobierno de Dina Boluarte, al que considera “espurio”.
“Como no queremos que nos hagan una majadería, porque como es público y notorio no tenemos buenas relaciones con el Gobierno de Perú, no vamos a solicitar pasar por el espacio aéreo, vamos a dar un rodeo para llegar a Santiago de Chile”, expresó el miércoles.
En este contexto, el profesor Peña cita el conflicto que se desató en la Alianza del Pacífico este año, cuando López Obrador se negó a entregar la presidencia temporal del organismo a Perú.
“Me atrevería a señalar que las acciones de política exterior del Gobierno federal hacia la región no coadyuvan a su integración, a pesar de que el propio presidente Obrador se pronuncia por la integración económica”, indica.
Asimismo, el académico apunta que el mandatario busca la integración “de todo el continente, es decir, contempla en este proceso a Estados Unidos y Canadá, lo que obviamente no le gusta a muchos países centroamericanos y suramericanos”.
UNA AGENDA DE MATICES
Pese a ser tres de las caras más visibles de la izquierda latinoamericana, existen matices, con la política exterior como la más evidente, comenta Jensen.
Colombia y Chile han condenado la situación de los presos políticos en Nicaragua, mientras que Boric ha sido contundente en sus críticas a Venezuela y la invasión de Rusia a Ucrania, temas en los que López Obrador ha mostrado ambigüedad, añade el experto de Comexi.
Además, en lo que se refiere a política interna, Petro y Boric tienen posturas más liberales en temas sociales, como la regulación de las drogas, aspectos en los que López Obrador se muestra más conservador.
“A veces suele simplificarse y encasillar a estos mandatarios en la izquierda latinoamericana, pero la realidad es que hay distinciones, aunque ninguna es lo suficientemente fuerte como para causar roces”, indica Jensen.