Ciudad de México, 16 jul (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, abogó este martes por “controlar” la venta de armas en Estados Unidos ante el atentado que el exmandatario Donald Trump (2017-2021) sufrió el pasado sábado.
Así lo expresó en su conferencia de prensa diaria, donde reiteró su condena al ataque durante un mitin en Butler (Pensilvania), donde el candidato republicano a la Casa Blanca resultó levemente herido en una oreja y murieron dos personas, un miembro del público y el agresor, Thomas Matthew Crooks, un joven que fue abatido por las fuerzas de seguridad.
“Ayudaría mucho el que se controle la venta de armas en Estados Unidos”, aseguró López Obrador.
Situó el reclamo como “urgente” porque, en su opinión, el gigante norteamericano sufre una “crisis social” que repercute en una “descomposición” de su sociedad, algo que “no se arregla solo con medidas coercitivas”.
“Creo que sería un acto bien visto por los estadounidenses el que los dos candidatos firmaran un compromiso de regular la venta de armas en el país”, animó el mandatario mexicano a su homólogo Joe Biden y a su principal contrincante.
Además, subrayó la relevancia que tendría en México un hipotético control sobre la venta de armas en Estados Unidos, pues, según apuntó López Obrador, desde el arranque de su sexenio en 2018 se han decomisado “alrededor de 50.000 armas” en territorio mexicano.
“De estas 50.000 armas decomisadas en nuestro Gobierno, el 75 % aproximadamente entran de contrabando de Estados Unidos y, un porcentaje considerable, de Texas”, desgranó.
Detener el tráfico de armas de Estados Unidos a México se convirtió en uno de los principales reclamos del Gobierno de López Obrador, que en agosto de 2021 demandó a 11 empresas estadounidenses que fabrican y venden armas, a las que acusa de negligencia por facilitar que caigan en manos de criminales.
El pasado enero, la canciller del país, Alicia Bárcena, afirmó que en una reunión con funcionarios en Washington advirtieron sobre la presencia en México de armas de uso exclusivo del Ejército de Estados Unidos, aunque el embajador estadounidense, Ken Salazar, negó que fuesen propiedad de las Fuerzas Armadas.
El presidente, que dará el relevo a Claudia Sheinbaum el próximo 1 de octubre, negó que el atentado que sufrió Trump fuera abordado durante la reunión que mantuvo ayer con un grupo de congresistas estadounidenses, de los partidos demócrata y republicano, en el Palacio Nacional.
“Hablamos de otros asuntos de manera amistosa”, señaló el mandatario, pues el intento de magnicidio “no se puede tratar estando tan fresco”.
También puso en valor el vínculo personal que le une con Trump, quien, tal y como recordó López Obrador, le mandó “un paquete de medicinas” cuando estuvo enfermo de covid y ya no era su homólogo en el norte.
“Nos sentimos bien de que no le haya pasado nada al expresidente; primero, por su persona, (pero) también por la amistad que tenemos con él”, sonrió.