Nueva York, 25 oct (EFE).- La minorista de ropa informal Gap y la de calzado deportivo Foot Locker también dieron la espalda este martes al rapero Kanye West, cuyos negocios y popularidad han sufrido una debacle a raíz de sus recientes declaraciones de carácter antisemita y racistas.
Gap, que en agosto cesó su colaboración con la marca Yeezy del rapero, dijo en una nota que iba a retirar “los productos YeezyGap” de sus tiendas y cerrar la página web de esa línea en represalia contra su exsocio, y tildó de “inexcusable” el “antisemitismo, el racismo y el odio en cualquier forma”.
Por su parte, Foot Locker anunció hoy también la retirada de las zapatillas Yeezy de sus estanterías y su página web y agregó que no venderá nuevos productos de la marca, declarando que “no tolera ninguna forma de antisemitismo, o comportamiento de odio y discriminatorio”.
Estas medidas siguen a la sonada ruptura de Adidas con Kanye West, quien comercializaba las cotizadas Yeezy a través de la gran empresa de productos deportivos, lo que ha borrado 1.500 millones de su fortuna y le ha sacado de la lista de multimillonarios de la revista Forbes.
Según un comunicado publicado este martes, Adidas “no tolera el antisemitismo ni ningún otro tipo de discurso de odio” y “las recientes declaraciones y acciones de Ye son inaceptables, odiosas y peligrosas”.
Otras empresas que han decidido alejarse del polémico músico y diseñador han sido la empresa de ropa de lujo Balenciaga, la revista Vogue, la agencia de representación CAA, la plataforma de comercio The RealReal o el estudio de producción MRC.
West escribió a principios de octubre una serie de mensajes antisemitas en Twitter e Instagram, y previamente acudió a un desfile en París luciendo el lema “White Lives Matter” (“Las vidas blancas importan”), utilizado a menudo por supremacistas blancos en respuesta al movimiento contra el racismo “Black Lives Matter”.
La presión sobre los socios del rapero -que oficialmente se llama Ye- para tomar alguna medida de represalia por su comportamiento creció esta semana, cuando un grupo de odio desplegó una pancarta en una autopista de Los Angeles en la que se leía “Kanye tiene razón sobre los judíos”.
Ye también enfrenta una demanda por difamación de la familia de George Floyd, el afroamericano asesinado por un policía en Mineápolis (EE.UU.) en 2020, que le reclama 250 millones de dólares por decir en un pódcast que la causa de su muerte fue el consumo de fentanilo y no la violencia policial.