Washington, 10 may (EFE).- La tasa interanual de inflación en Estados Unidos volvió a bajar en abril, por décimo mes consecutivo, y se situó en el 4,9 %, una décima menos que en marzo, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
La tímida bajada de una décima se produce tras la caída de un punto de marzo respecto a febrero, que fue el descenso más fuerte desde que el indicador comenzó a disminuir en julio de 2022. El 4,9 % es la cifra más baja desde mayo de 2021.
En términos mensuales, sin embargo, los precios continúan su racha alcista y subieron cuatro décimas.
Estos datos serán definitorios para la que la Reserva Federal (Fed) decida, en su próxima reunión, si seguir subiendo los tipos de interés o hacer una pausa.
A través de un comunicado, la Casa Blanca aseguró que “desde el verano pasado” la inflación anual ha bajado un 45 %.
“Si bien tenemos más trabajo por hacer para reducir los costos para las familias, la Ley de Reducción de la Inflación del presidente ya está trabajando para reducir el costo de los medicamentos recetados, la atención médica y los costos de energía en el hogar”, afirmó la portavoz del Gobierno, Karine Jean-Pierre.
El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de los precios, con una subida de cuatro décimas. Interanualmente, acumula un alza del 8,1 % con respecto a abril de 2022.
También subieron considerablemente los automóviles y camiones usados, el 4,4 %, aunque acumulan una caída interanual del 6,6 %, y la gasolina, el 3 %, con una caída interanual del 12,2 %. El total de la energía aumentó el 0,6 % en abril y acumula una caída del 5,1 % interanual.
El índice de alimentos se mantuvo sin cambios en abril y en términos interanuales acumula una subida del 7,7 %.
La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, los más volátiles, subió cuatro décimas en abril y situó su tasa interanual en el 5,5 %, una décima menos que el mes pasado.
Los datos de la inflación se conocen en un momento clave, en el que se analiza de cerca si las constantes subidas de tipos de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios.
Desde que alcanzara su pico del 9,1 % en junio del 2022, la inflación ha ido bajando, como consecuencia de las subidas que buscan enfriar la economía.
La última, la décima subida, tuvo lugar la pasada semana y fue de 0,25 puntos, por lo que los tipos de interés se sitúan actualmente en una horquilla de entre el 5 y el 5,25 %.
El presidente del regulador, Jerome Powell, explicó en la rueda de prensa posterior al anuncio que las futuras subidas de tipos dependerán de las cifras macroeconómicas que registre el país en las próximas semanas y que datos como el desempleo o la tasa de inflación serán fundamentales para decidir si se frenan las subidas.
El pasado día 5 se conoció el último dato del empleo, que bajó una décima en abril y se situó en el 3,4 %.
La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés) de la Fed tendrá lugar los próximos 15 y 16 de junio.
En opinión de la analista de inversiones de EE.UU. de eToro, Callie Cox, el dato de hoy muestra “que la inflación parece estar ralentizándose a un ritmo saludable”, algo que “no es indicativo de una recesión en el horizonte” y que “el aterrizaje suave aún parece posible”.
“La inflación sigue siendo alta, y el trabajo dista mucho de estar hecho. Pero avanza en la dirección correcta, y eso es un progreso. Además, la dinámica de la inflación está cambiando claramente, lo que podría permitir a los funcionarios de la Reserva Federal ser más flexibles con la política si fuera necesario”, afirmó.
En el comunicado de la Casa Blanca, Jean-Pierre afirmó que “la mayor amenaza individual” para la economía estadounidense es si los republicanos de la Cámara Baja no facilitan que el techo de deuda se eleve y que el país entre en unas semanas en suspensión de pagos.
“Eso le costaría a millones de estadounidenses sus trabajos, aumentaría los costos, aumentaría el déficit y arruinaría las cuentas de jubilación”, apuntó.