Washington, 4 jun (EFE).- La Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense, una entidad no partidista, rebajó este miércoles a 2,4 billones de dólares el coste que el plan fiscal impulsado por el presidente, Donald Trump, tendrá sobre la deuda en la próxima década, frente a los 3,8 billones estimados en mayo.
Su análisis se basa en el proyecto de ley que la Cámara Baja, de mayoría republicana, aprobó por un estrecho margen el mes pasado, pero la cifra definitiva podría variar si el Senado, donde su tramitación comenzó esta semana, lo cambia.
El cálculo llega un día después de que el magnate Elon Musk, que dejó hace poco su rol al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en la Casa Blanca, calificara de “abominación repugnante” dicho proyecto de ley y criticara a los republicanos que lo votaron, acusándoles de haber cometido un “error”.
Bautizada por Trump como “el gran y hermoso proyecto de ley”, la propuesta busca extender los alivios fiscales del primer mandato del neoyorquino (2017-2021) y añadir promesas de campaña como las exenciones fiscales a las propinas, a las horas extras y a las compras de automóviles fabricados en el país.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) también estima que dicha propuesta reducirá los ingresos del Gobierno federal en 3,67 billones y recortará el gasto en 1,25 billones.
La deuda nacional ronda actualmente los 32,6 billones de dólares, según la Oficina del Congreso.
El nuevo plan contempla recortes a los programas de asistencia médica Medicare y Medicaid, que benefician a millones de personas de bajos recursos.
Según la CBO, el número de personas sin seguro médico aumentaría en 10,9 millones de aquí a 2034 como consecuencia del proyecto de ley, de los cuales unos 1,4 millones serían migrantes indocumentados.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, minimizó el martes las críticas de Musk, el principal aliado de Trump en su paso por la Casa Blanca: “La opinión del presidente es que este es un proyecto de ley grande y hermoso y lo respalda”, concluyó.
El objetivo de los legisladores es que el proyecto de ley pueda llegar al Despacho Oval para su firma para el 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense.
En el Senado los republicanos controlan 53 de los 100 escaños y los demócratas 47 gracias a dos senadores independientes que suelen alinearse con sus posturas, por lo que los conservadores no pueden permitirse muchas deserciones y deben acallar las críticas de quienes han mostrado en sus propias filas preocupación especialmente por el efecto de los recortes en los programas sanitarios.