Redacción Deportes, 1 oct (EFE).- La Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA) despidió este sábado al consultor de neuro trauma que atendió a Tua Tagovailoa, mariscal de campo de Dolphins, por la conmoción cerebral que sufrió el domingo pasado en el duelo ante Bills.
El despido fue porque según el informe, el médico cometió varios errores en la evaluación del pasador que, al no recibir una alerta por la conmoción sufrida, inició el partido del jueves pasado ante los Bengals, en el que volvió a recibir un golpe que otra vez lo conmocionó.
En el duelo del domingo, al final del segundo cuarto, Tagovailoa fue derribado por un defensivo y su nuca rebotó contra el césped. Al levantarse Tua estaba mareado y tropezó. Salió del campo para ser revisado como marca el protocolo de conmoción de la liga.
El mariscal de campo recibió permiso para regresar al partido en el que llevó a su equipo a la victoria, situación que no convenció a la NFLPA que de inmediato anunció que llevaría a cabo una investigación sobre la manera en que se realizó el protocolo de conmoción.
“La salud del jugador es el núcleo de la misión del sindicato. Nuestra preocupación en este momento es por Tua y esperamos que se recupere totalmente. Nuestra investigación sobre una potencial violación del protocolo está en marcha”, fue el mensaje de la NFLPA.
A pesar de ello Tagovailoa fue titular en el juego del jueves pasado ante los Bengals, en el que volvió a ser derribado por otro defensivo y de nuevo su nuca se estrelló contra el césped.
En esta ocasión ya no se levantó, quedó tendido en el terreno por casi por 12 minutos con las manos rígidas sobre la máscara de su casco; fue retirado del campo en camilla y llevado a un hospital del que fue dado de alta el mismo jueves.
El viernes el entrenador de los Miami Dolphins, Mike McDaniels, aseguró que su jugador aún tenía dolor de cabeza, por lo que sería sometido a más estudios.
“Realmente estaba emocionado de verlo platicando conmigo y sus compañeros; fue honesto y dijo que tenía dolor de cabeza, fuera de ello se comportó de manera normal, pero le harán más estudios porque aún presenta dolor de cabeza”, dijo el McDaniels.
Según el coach desde el golpe que su quarterback sufrió el pasado domingo se aplicaron de forma correcta los protocolos de conmoción y si jugó el jueves fue porque no había señales de riesgo.
“Se siguieron todos los pasos y no había ninguna señal médica de una lesión persistente en la cabeza; no podría haber vivido conmigo mismo en caso de que hubiera existido algo así o de saber que lo puse en peligro por un juego anterior”, afirmó el coach.