Los Ángeles, 9 may (EFE).- La base militar activa más grande de Estados Unidos, Fort Hood, cambia oficialmente de nombre a partir de este martes para rendir homenaje al general Richard E. Cavazos, quien se convirtió en el primer general hispano de cuatro estrellas en el país y mantuvo lazos muy cercanos con la comunidad latina.
Ana Luisa Carrillo Tapia, vocera de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) en Texas dijo a EFE que Cavazos, de origen mexicano y fallecido en 2017, es un “un ejemplo” de coraje y entrega al país y a la comunidad.
“Esta distinción es más que merecida. Nos va a ayudar para que se sepa quién es él y el valor de su lucha al convertirse en el primer latino en llegar a una posición alta en el Ejército de EE.UU.”, agregó.
La activista, que acudirá a la ceremonia oficial de cambio de nombre, contó que por años el general ya en retiro ayudó a buscar fondos para otorgar becas a estudiantes de secundaria.
“Siempre fue un líder de su comunidad y compartía su historia de cómo logró superar discriminación y muchos retos. Inspiró a muchos”, subrayó.
En octubre pasado, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd J. Austin, autorizó el cambio del nombre tras aceptar recomendaciones para bautizar nuevamente ocho bases militares del país, que celebraban a polémicos militares confederados.
Este martes se realizará una ceremonia en la que asistirán los familiares del general Cavazos y miembros de la comunidad hispana en el fuerte, ubicado al norte de Austin (Texas), y antes conocido como Fort Hood.
“Nos enorgullece” cambiar el nombre a Fuerte Cavazos en reconocimiento a un destacado héroe estadounidense. “Un líder que todos admiramos”, dijo en un comunicado el comandante general del III Cuerpo Blindado, Sean Bernabe.
Nacido el 31 de enero de 1929 en Kingsville (Texas), Cavazos culminó sus estudios universitarios en el Texas Technological College (ahora Texas Tech University) gracias al programa del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva de esa institución.
Ingresó al Ejército de EE.UU. en 1951 y pronto fue enviado a la Guerra de Corea, donde se convirtió en el líder de pelotón que se conocía como “Borinqueneers” porque estaba compuesta principalmente por soldados de Puerto Rico, muchos de los cuales solo hablaban español.
Durante los últimos días de la guerra se distinguió como líder al ayudar a evacuar a los soldados de su pelotón heridos. Regresó cinco veces al campo de batalla a ayudar a los suyos antes aceptar tratamiento de sus propias heridas.
Por estas acciones le otorgaron la Cruz de Servicio Distinguido, el segundo honor militar más alto de la nación por su valor.
Esta distinción anticipaba una historia como líder militar en la que obtuvo el Corazón Púrpura, dos veces la Legión al Mérito, una Estrella de Plata, cinco Estrellas de Bronce y muchas otras medallas y premios por servicio tanto en épocas de guerra y como de paz.
En 1976 se convirtió en el primer general de brigada hispano en EE.UU. y en 1982 fue el primer latino en convertirse en general de cuatro estrellas.
Su asignación final fue como jefe del Comando de las Fuerzas del Ejército de EE.UU., que según el Ejército “resumió adecuadamente su carrera de servicio al colocarlo a la cabeza del mantenimiento, entrenamiento y despliegue de todas las fuerzas desplegables del Ejército”.
“El liderazgo probado en combate del general Cavazos, su carácter moral y su lealtad a sus soldados y sus familias lo convirtieron en el líder intrépido pero respetado e influyente que fue durante el tiempo que sirvió y más allá”, enfatizó Bernabe.
Después de 33 años de servicio militar se retiró y se radicó con su familia en San Antonio (Texas). Allí fue mentor de muchos comandantes del Ejército y también alentó a latinos a continuar con sus estudios.
Siempre se sintió orgulloso de sus orígenes humildes y las raíces mexicanas de sus padres, Lauro Cavazos y Thomasa Quintanilla. El padre peleó en la Primera Guerra Mundial con el Ejército estadounidense y luego se convirtió en capataz en un rancho de Texas.
El general Cavazos murió el 29 de octubre de 2017 y su cuerpo se encuentra en el Cementerio Nacional Fort Sam Houston de San Antonio.
Le sobreviven sus cuatro hijos. Su hermano mayor Lauro F. Cavazos, que fue secretario de Educación de EE.UU. de 1988 a 1990, murió el año pasado.
“Los latinos debemos sentirnos muy orgullosos de que el fuerte más grande de EE.UU. lleve el nombre de uno de nuestra comunidad”, subrayó Carrillo Tapia.
El fuerte Cavazos tiene una extensión de más de 880 kilómetros cuadrados con las mejores y más amplias instalaciones de entrenamiento del Ejército de EE.UU. En total es el hogar de 34.500 soldados y aviadores y 48.500 familiares de militares.
Además, el fuerte moviliza, entrena, despliega y desmoviliza a 24.000 soldados de la Reserva y la Guardia Nacional anualmente en apoyo de operaciones globales.
El fuerte también se distingue como el empleador local más grande del estado de Texas, con más de 4.000 empleados civiles y casi 5.000 contratistas trabajando en este lugar.