Ciudad de México, 28 oct (EFE).- Destacados expertos en salud y tecnología se reunieron en el encuentro virtual de Diálogos EFE para analizar el potencial impacto de la inteligencia artificial (IA) en la lucha contra el cáncer de mama, así como los desafíos que enfrenta su adopción en América Latina.
Entre los asistentes estuvieron Daniel Otzoy García, CEO de Recainsa; Alberto Hegewisch, director de diagnóstico de AstraZeneca; la doctora Claudia Arce, especialista en cáncer de mama; y el doctor Santiago March, coordinador del Consejo Promotor de Nuevas Tecnologías en Funsalud.
Ellos coincidieron en que a pesar de que la IA se encuentra en una etapa temprana de implementación, podría ser clave para transformar la atención médica en una región donde, según datos de Globocan Cancer Observatory, en 2022 hubo más de 220.124 casos, resultando en casi 59.876 decesos, la cuarta causa de muerte por esta enfermedad.
Otzoy afirmó que, en la actualidad, “América Latina cuenta con experiencias en terreno y países que ya han incorporado la IA en sus políticas públicas”.
Agregó que “se está utilizando para reducir las listas de espera, facilitar el acceso a tratamientos y diagnósticos, e incluso para el análisis de imágenes en la detección del cáncer de mama”.
Por su parte, Hegewisch señaló que el papel de la IA en la medicina de precisión “permite identificar patrones y desarrollar terapias más efectivas. Además, puede ayudar a los patólogos a identificar patrones histológicos en las biopsias, agilizando el proceso de diagnóstico”.
Según un estudio publicado en la revista Oncologist, en Latinoamérica, donde entre un 15 y 30 % de los casos de cáncer de mama se detectan en estadios avanzados, la doctora Arce enfatizó que la IA podría optimizar tiempos de atención y mejorar la eficiencia al “integrar información sobre síntomas, factores de riesgo y características genéticas para establecer una estrategia terapéutica adecuada y personalizada”.
Arce añadió que “no solamente ayuda a diagnosticar antes, sino a que el clínico pueda tomar la decisión del mejor tratamiento basado en una medicina personalizada”, y que “si se logra un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, el cáncer de mama puede ser una enfermedad curable”.
Sin embargo, el doctor March ve como desafío que, si un país quiere comenzar con la digitalización desde la IA, sin antes pasar por pilares claves como la telemedicina, el expediente clínico electrónico y la receta digital, “el trayecto va a ser muy sinuoso”.
También, constató, que para que exista una implementación exitosa debe haber una validación de las tecnologías y algoritmos de la IA desarrollada en otro país dentro de su contexto, puesto que las pacientes a quienes se aplicará “tienen un fondo genético diferente y un medio ambiente diferente”.
A pesar de estos retos, ya existen iniciativas que buscan implementar la IA en la lucha contra el cáncer. En México, por ejemplo, Funsalud lidera la coalición con All.Can, para identificar ineficiencias en la atención y desarrollar proyectos para mejorar tratamientos; así como el Proyecto Código Cáncer, una estrategia integral para el diagnóstico oportuno y tratamiento temprano.
En otro rubro, la asociación también cuenta con un proyecto de cardiología que busca desarrollar un modelo de IA para mejorar la detección de la trombosis coronaria total.
La IA para una atención médica más igualitaria
Datos de un informe de Pro Mujer, publicado en 2023, revelaron que en zonas de mayores ingresos solo el 10 % de casos de cáncer de mama se detectan en estadios avanzados, mientras que, en áreas vulnerables, la cifra asciende a 50 %.
Por ello, la doctora Arce enfatizó en que “es fundamental que la IA llegue a todos los países de América Latina y que todos los pacientes, independientemente de su ubicación o condición socioeconómica, puedan beneficiarse”.
Asimismo, el miembro de AstraZeneca explicó que “es importante que el uso de la inteligencia artificial lo podamos integrar al sistema de salud, si bien, la parte del expediente clínico y la parte de herramientas digitales nos ayuda a mejorar la atención del paciente (…) también nos permite acortar el tiempo en el que pacientes que probablemente no se sabían enfermas reciban un diagnóstico en etapas tempranas (…) que puedan recibir las terapias que son adecuadas para cada una de ellas y podamos erradicar al cáncer de mama como causa de muerte en la región”.