Ciudad de México, 29 oct (EFE).- Al menos 263 personas provenientes de 15 países fueron localizadas y sacadas de Acapulco, en el estado de Guerrero, tras el impacto del huracán Otis, en el balneario de Acapulco, informó este domingo la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE, Cancillería) de México.
Los países de los que procedía un grupo son Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Japón, Perú y Suiza, mientras que otros extranjeros son de naciones como Bélgica, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
En un comunicado, la Cancillería mexicana indicó que estas acciones se dieron como parte del seguimiento a las solicitudes de otros países para la localización de sus ciudadanos tras el azote, el pasado miércoles, del huracán Otis, que hasta ahora ha dejado 48 muertos, seis desaparecidos, decenas de heridos y cuantiosos daños materiales.
“En total, suman 187 personas de esas nacionalidades que eran buscadas, y todas han sido localizadas y trasladadas de la zona afectada”, apuntó la SRE sobre el primer grupo.
Además, precisó, “se han localizado a 2 personas de Bélgica, 4 de Costa Rica, 17 de Cuba, 34 de Estados Unidos, 18 de Francia, y una de Reino Unido, sumando otras 76 personas extranjeras, lo que hace un total de 263 personas localizadas y sacadas de Acapulco”, hasta la tarde de este domingo.
Este domingo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en un video publicado en sus redes sociales, aseguró que “se va a reactivar pronto toda la actividad económica, turística y comercial” de Acapulco.
Además, dijo que invitó a representantes de los bancos, del sector empresarial “para que todos juntos todos pongamos de pie a Acapulco (…) vamos a hacer la hazaña, entre todos, de poner de pie de nuevo Acapulco, empezando por su pueblo, por los más pobres y más necesitados”.
Desde el viernes por la tarde, unos 10.000 agentes del Ejército, de la Marina y la Guardia Nacional (GN) buscan poner orden entre una población desesperada y frustrada por la falta de agua y alimentos, además de la falta de energía eléctrica, telecomunicaciones y escasez de combustibles.
El ciclón Otis se intensificó en menos de 12 horas de tormenta tropical a huracán categoría 5 para convertirse en uno de los ciclones más potentes en la historia en el océano Pacífico.