Puebla (México), 30 oct (EFE).- Preparada con su característico olor y color para guiar a las almas durante el Día de Muertos, la flor de cempasúchil comenzó ya su proceso de cosecha para llegar a los altares de los hogares mexicanos.
En el municipio de Atlixco, en el central estado mexicano de Puebla, los trabajadores del campo llegan desde las primeras horas del día con machete o con hoz en mano, para cortar los tallos de cada flor.
Con el amor que profesa esta localidad a esta planta, los cortadores seleccionan las mejores para poder entregar así a los clientes las de mayor calidad, con el objetivo de que sus altares se preparen para recibir a sus familiares, amigos y conocidos en el tradicional Día de Muertos que se celebra el 1 y 2 de noviembre en México.
Esta flor endémica del país tiene forma especial y cuenta con alrededor de 56 especies en todo el territorio, sin embargo, no pierde su esencia de tener más de 20 pétalos en colores amarillo, oro o naranja, con olor penetrante que sólo se puede tenerse en los meses de octubre y noviembre y es tan única que su periodo de vida es de máximo cuatro meses.
Buena producción pero escasa mano de obra
Modesta Delgado Juárez, productora de cempasúchil compartió con EFE que este año la producción de la flor fue muy buena para todos los productores en la región y reveló que ella logró tres hectáreas de “flor chinita”, es decir, flores grandes con muchos pétalos rizados, la cual logró tras la combinación de varias semillas.
Sin embargo, compartió que los productores se enfrentaron a dos problemáticas: la primera la baja en la mano de obra, debido a que trabajadores migraron a Estados Unidos y la segunda la lluvia que azotó al estado de Puebla la semana pasada a causa del huracán Otis, que manchó de color negro algunas flores.
“La cosecha se dio excelente, gracias a Dios hemos tenido un producto muy bueno, se dio bastante bien, lo único que en la última fecha a causa de la lluvia que vino del huracán, sí nos la manchó poquito, pero es algo de la naturaleza, pero hemos tenido una excelente producción”, expresó.
Refirió que en estos días de corta o levantamiento de flor se tuvieron pocos trabajadores y eso ha ocasionado que vaya atrasado el proceso, sin embargo, ni la entrega de pedidos, ni su comercialización se vieron afectadas ya que están trabajando por más horas en el campo.
“Hubo escasez de mano de obra, hubo mucha producción. La producción fue la misma, lo que pasa es que muchos familiares de los que vienen a ayudarnos, que vienen de las comunidades de Coyula y San Miguel Ayala, migraron a Estados Unidos y siguen migrando, lo que ocasiona que la mano de obra se vaya disminuyendo”, lamentó.
De igual manera mencionó que el costo de la venta de flor es variante, debido a que en los últimos días una “maleta”, es decir, montones grandes de flor que va acomodada con dos frentes para evitar su daño, se comenzó a vender en 70 pesos (3,88 dólares) y en estos días a alcanzado los 150 pesos (8,32 dólares).
Ricardo Cristiano, trabajador del campo refirió que lleva ocho años apoyando la corta de cempasúchil eligiendo las mejores para que los clientes se vayan satisfechos, para ello pasan más de 13 horas en el campo cortando la flor en pleno rayo de sol.
“Para que tengan una buena flor en los altares hay que escoger la más bonita, ahorita hay alguna quemada y esa la vamos tirando, y (hay que) juntar toda la más buena que hay en el campo”, explicó.
En este lugar existen alrededor de 100 familias que se dedican a la producción de esta flor y estiman captar 75 millones de pesos (unos 4,1 millones de dólares) por la venta de este producto durante esta temporada, según cifras de las autoridades estatales y locales.