Washington, 20 sep (EFE).- La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles un pausa en las subidas de tipos de interés, tras las once alzas consecutivas que ha realizado desde marzo del año pasado, aunque no aclaró si va a haber más incrementos antes de fin de año.
“El Comité estaría dispuesto a ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que pueden impedir la consecución de sus objetivos”, apuntó el banco central estadounidense, que decidió mantener los tipos en la horquilla actual del 5,25 % y el 5,5 %, su máximo nivel desde 2001.
No está claro, por tanto, si la Fed realizará alguna subida más en las dos reuniones que tiene antes de fin de año, a finales de octubre y en diciembre.
La Fed dijo en su comunicado que el Comité Federal de Mercado abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) seguirá evaluando información adicional y sus implicaciones para la política monetaria.
En esa evaluación, añadió, se tendrá en cuenta una amplia gama de información, desde las condiciones del mercado laboral, presiones inflacionarias, expectativas al respecto y acontecimientos financieros e internacionales que puedan tener un impacto.
Según sus conclusiones, el sistema bancario estadounidense es “solido y resiliente” y es probable que las condiciones crediticias más estrictas para hogares y empresas afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación.
“El alcance de estos efectos sigue siendo incierto. El Comité sigue muy atento a los riesgos de inflación”, apuntó esa nota, que subrayó la voluntad de situar la inflación en el objetivo del 2 %.
El comité se pronunció minutos antes de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, ofrezca una rueda de prensa para explicar esta decisión.
Será fundamental el tono que utilice, si apostará más claramente por el fin de las subidas o si mantendrá la misma posición que ha tenido hasta ahora, la de esperar a los datos económicos para decidir, en cada reunión, qué hacer.
En todas sus reuniones desde que comenzó la racha de subidas, los miembros del FOMC, órgano encargado de decidir si se suben o no los tipos, han decidido subirlos, salvo el pasado junio, cuando decidieron tomarse una pausa. En julio, sin embargo, volvieron a aumentarlos.
Esta pausa se da en un contexto complejo para la inflación. Tras una racha de más de un año de bajadas desde el pico del 9,1 % alcanzado en junio de 2022, los precios registraron una subida de cinco décimas en agosto, hasta el 3,7 %, el segundo alza consecutivo.
Sin embargo, la tasa anual de la inflación subyacente, que mide la subida de precios sin contar ni la energía ni los alimentos -y es uno de los indicadores en los que más se fija la Fed para tomar sus decisiones- cayó cuatro décimas en agosto y confirmó su tendencia a la baja.
En cuanto al desempleo, otro de los datos clave que analiza la Fed para decidir posibles subidas, la creación de empleo en los últimos meses se ha ralentizado y en agosto se crearon solo 187.000 puestos netos (dato por debajo de la media de los últimos doce meses, 271.000).
Aunque la tasa subió tres décimas, hasta el 3,8 %, la cifra todavía sigue siendo robusta, en un contexto de pobre crecimiento de la economía estadounidense, que en el segundo trimestre creció el 0,5 % con respecto al trimestre anterior, según los últimos datos oficiales.