Ciudad de México, 17 ago (EFE).- La detección de enfermedades de la tiroides aumentó un 20 % tras la covid-19 en México, lo que tiene un impacto positivo, pues la mayoría de quienes las padecen lo desconocen y pasan años sin un diagnóstico correcto, señaló este jueves un especialista.
“Después de la pandemia, los padecimientos tiroideos que se observaron en las consultas médicas aumentaron cerca de un 20 %”, dijo a EFE el cirujano de tórax José Manuel Mier Odriozola.
El especialista explicó que la detección de estas enfermedades aumentó porque los pacientes empezaron a acudir a consulta con síntomas como dolor en la garganta, dificultad para tragar, problemas para respirar y glándulas inflamadas en el cuello.
“Y tras la revisión, ultrasonido de la tiroides y exámenes de sangre, confirmamos la enfermedad”, expuso.
Detalló además que la covid-19 es una enfermedad inflamatoria que compromete todos los órganos, incluyendo la tiroides.
“Se ha identificado un elemento que causa daño directo sobre la glándula tiroides, cuando el virus afecta los pulmones, se desencadena una respuesta inmunitaria aumentada de producción de citoquinas que ocasiona que la tiroides se dañe, produciendo tiroiditis agudas o subagudas”, dijo.
Agregó que las personas operadas de la tiroides son susceptibles a padecer una covid-19 grave o moderada con mayor frecuencia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 750 millones de personas padecen alguna patología tiroidea, pero 60 % lo desconoce.
La tiroides es una glándula endocrina debajo de la laringe que tiene como función principal producir hormonas T3 y T4 que circulan por el torrente sanguíneo y regulan procesos metabólicos del fósforo y del calcio.
Además, regulan la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y el consumo de energía, y permiten un correcto funcionamiento del sueño, el apetito y el carácter.
Mier Odriozola dijo que esta glándula también puede padecer trastornos tumorales, como el cáncer de tiroides, que es una proliferación de células que comienza en la glándula tiroidea, y que no causa ningún síntoma al principio.
Sin embargo, a medida que avanza, puede causar hinchazón en el cuello, cambios en la voz y dificultad para tragar.
Mier Odriozola señaló que los índices de tiroides están al alza por la tecnología de imágenes mejorada que permite encontrar pequeños cánceres en tomografías computarizadas y resonancias magnéticas que originalmente se hicieron para otras afecciones.
“Los cánceres de tiroides que se detectan de esta manera suelen ser cánceres pequeños que responden bien a los tratamientos”, dijo.
Finalmente, Mier Odriozola advirtió que si alguna persona sospecha que tiene una enfermedad tiroidea debe recibir una valoración de expertos, quienes decidirán si son candidatos a la cirugía de mínima invasión para tratar los nódulos tiroideos, el cáncer de tiroides y el hipertiroidismo.
“Generalmente se realiza el procedimiento para extirpar una parte o la totalidad de la glándula tiroidea”, enfatizó.